La dictadura militar argentina ha sido abordada por distintas disciplinas artísticas. Ahora es el turno de la ópera para retratar el llamado Proceso de Reorganización Nacional, que encabezaron Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti entre 1976 y 1983.
El Festival Internacional Cervantino (FIC) presentará los días 9 y 10 de octubre la ópera La creciente, de la compositora Georgina Derbez, basada en la película El premio, de la cineasta argentina Paula Markovitch. La obra autobiográfica recrea la historia de una niña y su madre, quienes se tienen que esconder de los militares que las persiguen.
Habrá una función especial el 4 de octubre a las 17 horas en el teatro Raúl Flores Canelo, del Centro Nacional de las Artes, en lo que será un ensayo general antes de llevarla al FIC.
En entrevista, Derbez cuenta que es un proyecto multidisciplinario. La misma Markovitch participó con el libreto: “Paula es una extraordinaria dramaturga. Fue para mí un privilegio hacer la adaptación de su película. Tenemos la certeza de que La creciente será fiel a la idea original de El premio”.
Entre los intérpretes de esta obra están la soprano Irasema Terrazas, quien interpreta a una narradora, la cual al mismo tiempo representa a Paula Markovitch de adulta, destaca la compositora mexicana.
“Irasema interpretará las arias de esta ópera. Es increíble la fuerza interpretativa que tiene. Hemos tenido ensayos. Ella comunica los sentimientos por medio de su voz. Estamos muy contentos de tenerla en la escena. Le va a dar un brillo particular”, aclara.
Derbez y Markovitch se conocieron cuando fueron tutoras del Programa de Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). Sin embargo, jamás imaginaron trabajar juntas hasta que se vieron en la sala de cine donde se encontraron y la primera le propuso a la segunda llevar a la ópera la cinta.
Derbez no puede confirmar que ésta sea la primera ópera dedicada a la dictadura militar argentina. Pero lo que es interesante es que no hay una sola escena de violencia explícita: “La violencia que se aprecia tanto en la ópera como en la película es psicológica”, comenta.
“La tragedia de la dictadura militar enfrentada con la presencia de la infancia es muy importante en la ópera. Este contraste era el que Paula quería retratar. La participación de la Escuela Cantorum de Niños (ECN), así como de Karla Castro, lo cual le da un toque especial”, aclara.
Entre aquella época argentina y la actualidad mexicana hay una coincidencia: los miles de desaparecidos: “Hay un momento en la ópera en el que se menciona a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, porque en la obra se habla de autoritarismo, persecución y justicia. En este sentido es muy contemporánea”, dice.
La referencia es sutil porque hay una escena donde la madre le dice a su hija que recuerde que las están persiguiendo: “En ese momento van a pasar fotos de los desaparecidos”, explica Derbez.
Para ella, trabajar con niños no fue tan difícil, pues tanto Karla Castillo como los otros integrantes de la ECN son disciplinados “y esa una delicia cantar con ella”.