La Fundación Nacional Teatro Sucre, en Quito, Ecuador, que administra el recinto centenario del mismo nombre más los teatros México y Variedades, ha dado vida a la primera emisión de la Fiesta Escénica de Quito, que pretende constituirse en el gran festival que este país realizará en el ámbito de las artes escénicas de manera bienal. En esta ocasión ha venido de México un montaje ya clásico en los festivales internacionales: Más pequeños que el Guggenheim, escrito y dirigido por Alejandro Ricaño. Con esta puesta en escena somos representados magníficamente tanto por la calidad actoral como por la dramaturgia, que pertenece a una de las más recientes generaciones de escritores de teatro.
Los otros invitados internacionales son el Otelo, que el colectivo Viajeimóvil de Chile ha vuelto un juguete maravilloso para dos actores y marionetas: Teresita Iacobelli y Jaime Lorca (también director), en una versión potente y cautivante del original de Shakespeare, que en México pasó por el Festival de Teatro de Nuevo León hace 3 o 4 años. E inspirada de igual manera en el bardo inglés asiste Romeo & Julieta de Aramburo, del joven dramaturgo, director y actor Diego Aramburo, que vuela más lejos en lo escritural para llevarnos al mundo del consumo de cocaína entre los jóvenes de su país, Bolivia, que es similar al de muchísimos países. La violencia y el ritmo desquiciante hacen de esta pieza uno de los caballitos de batalla de este creador, que descoyunta la historia de los jóvenes de Verona para ser interpretado por él mismo, acompañado por Camila Rocha.
También de Chile llega Historia de amor, del extraordinario grupo Teatrocinema, que comanda Juan Carlos Zagal, cuya estética se distingue por el juego cinematográfico que establecen con retroproyecciones y proyecciones sobre dos pantallas al frente y en la parte posterior del escenario, con lo que juegan al cómic en movimiento. Antes habían presentado en México Sin sangre, adaptación de la novela homónima de Baricco. Ahora emprenden la adaptación de la novela de Régis Jaufrett con un montaje que en el pasado Cervantino impactó al público.
De los tres grupos internacionales mencionados hemos tenido oportunidad de hablar más extensamente en artículos del año pasado y antepasado. Cerrará la oferta internacional en esta Fiesta Escénica de Quito Bianco su bianco, de nuestro muy querido Daniele Finzi Pasca, de cuya autoría también es el espectáculo del Circo del Sol que se presenta actualmente en el DF. En Quito, sin embargo, se presenta con la compañía suiza que lleva su nombre.