En su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2014 el organismo reportó además otras deficiencias presentes en las cinco cárceles estatales revisadas en Sonora, como la falta de personal de seguridad e inexistente prevención de incidentes violentos.
De los cinco rubros revisados las penitenciarías de la entidad reprobaron en dos:
Aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno, y en condiciones de gobernabilidad, con señalamientos como sobrepoblación y deficiente supervisión del titular, además de los ya mencionados.
Presencia de prostitución, deficiencias en los servicios para mantener la salud de los internos y poca atención a grupos específicos como hijos de internas, adultos mayores y personas con discapacidad fueron otros de los aspectos en los que la CNDH recomendó poner más atención.
Aun así el Estado de Sonora avanzó del lugar número 20 al 13 en el ranking nacional de las cárceles estatales en comparación con el año 2013, cuando de los cinco Ceresos resultaron reprobados cuatro, para un promedio de 5.93.