Un retrato de Goya y un paisaje de Sisley están entre las mil 376 obras de maestros italianos, holandeses, franceses y alemanes que adornaron la casa de Goering en Carinhall, cerca de Berlín.
También incluye el libro de contabilidad de Goering, cuidadosamente mantenida, con comentarios escritos a mano sobre la calidad de las obras y notas de oficiales nazis sobre cuándo y a dónde las llevaron. El libro de contabilidad estaba entre los documentos confiscados por las fuerzas francesas a Alemania al final de la guerra, según el Ministerio del Exterior de Francia.
Con la guía de historiadores de arte, Goering reunió una colección digna de un museo. En repetidas ocasiones visitó durante la guerra la ocupada París, un prominente mercado mundial del arte.