Miércoles 7 de octubre de 2015, p. 5
Lima, Perú.
Después de siete años de trabajos de renovación, el Museo de Arte de Lima (Mali) fue reabierto en su totalidad al público el pasado 9 de septiembre. En 2010 se reabrió la planta baja que alberga todos los servicios y salas de exposición temporal. Actualmente, se exhibe una muestra dedicada a la cultura chavín, uno de los complejos ceremoniales del Perú antiguo.
Durante ese tiempo se aprovechó para mejorar y trabajar en la colección, así como la forma de exponerlo, expresa María Luisa Muñoz-Cobo, jefa de Desarrollo de Negocios, en un recorrido por el recinto. De allí que las salas de exposición permanente contarán con un nuevo guión museográfico. Mientras, el Mali continuó adquiriendo obra porque la política de adquisiciones es muy activa.
El edificio que alberga el MALI es un digno ejemplo de la arquitectura ecléctica limeña. El inmueble fue construido originalmente como el Palacio de la Exposición con el objeto de albergar la Gran Muestra de Artes, Ciencias e Industrias, llevada a cabo con motivo del medio siglo de la independencia.
Proyectado en el estilo neo-renacentista, su diseño y construcción se deben al arquitecto italiano Antonio Leonardi. La fabricación de las columnas, hechas en fierro e importadas de Europa, es atribuida a la casa Eiffel. Rodeado por estatuas, jardines y un zoológico, el palacio fue el corazón de uno de los proyectos urbanos más relevantes del siglo XIX, al seguir el ejemplo de las exposiciones universales europeas.
Retratista de los millonarios
En 1954 se constituyó la asociación civil sin fines de lucro, el Patronato de las Artes, con la finalidad de promover la cultura y las artes en el Perú mediante la fundación de un museo de arte que, hasta entonces, no existía en el país. El año siguiente el Patronato de las Artes inició la colección permanente de lo que sería el MALI al adquirir en París el conjunto más completo de obras del pintor y escultor peruano Carlos Baca-Flor (1869-1941), llamado el retratista de los millonarios
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