La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que el Estado es “más eficiente, más enfocado y más capacitado para garantizar el control de sus gastos”, tras presentar un nuevo y reducido gabinete gubernamental.
El mismo día en que el presidente del Congreso, Eduardo Cunha, dijo que el Legislativo podría pronunciarse sobre la votación de un eventual “impeachment” contra la presidenta esta semana, Rousseff subrayó que el nuevo Ejecutivo debe “gobernar hasta 2018” .
“Recomiendo a todos mucho trabajo y dedicación, porque tenemos un Brasil para gobernar hasta 2018” , dijo la mandataria, en referencia a la fecha final de su segundo mandato.
Rousseff anunció el viernes –tan solo nueve meses después de iniciar su segundo mandato- la configuración de su nuevo equipo de Gobierno, al que redujo ocho ministerios y dio a su principal aliado en la coalición -el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) – siete carteras, lo que ha sido duramente criticado.
La prensa y algunos sectores sociales dentro del propio Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff acusan a la mandataria de haber entregado el poder al PMDB con el único fin de mantenerse en el poder ante la falta de apoyos a sus reformas en el Legislativo.
Algunos medios de comunicación brasileños destacaron hoy que el PMDB incluso ejercerá un mayor presupuesto del Ejecutivo que el propio PT.
Como ya hizo el viernes, Rousseff dijo que la redistribución de los ministerios es algo normal en una democracia.
“Queremos garantizar más equilibrio a la coalición que me eligió y que debe gobernar conmigo” , dijo la mandataria en la ceremonia de asunción de los ministros.
La reforma administrativa de reducción de ministerios, salarios de funcionarios públicos y el corte de tres mil cargos de confianza se enmarca en un contexto de austeridad, ante el déficit fiscal de Brasil.
El gobierno de Rousseff propuso al poder Legislativo un plan de austeridad de 17 mil millones de dólares para equilibrar las cuentas, pero esta iniciativa aún debe ser aprobada.