Un viaje realizado a España hace algunos meses sirvió para que el investigador William Breen Murray pudiera establecer algunas conexiones entre el arte rupestre de la región norte del país Ibérico con el mismo patrimonio que hay en Nuevo León.
Pero además la experiencia sirvió para dejar claro como en Europa sí se le tiene alta estima a este patrimonio, tanto por sus autoridades como por sus habitantes a diferencia de lo que pasa en México.
Estas conclusiones las expuso el catedrático emérito de la Universidad de Monterrey para clausurar la tercera edición del Coloquio de Arqueología, Paleontología y Antropología del Noreste de México, celebrado en el Museo del Noreste.
Tanto en los petrograbados como en la pintura rupestre, Murray estableció coincidencias como las representaciones geométricas, el dibujo de animales así como las impresiones de las huellas de sus manos, tanto en cuevas del norte de España y de México.
En la región norte de Cantabria así como en la Cueva de Altamira, son coincidentes los dibujos de cuatro animales: el caballo, el venado, el bisonte y una especie anterior al ganado.
“El venado era igual de importante allá (región de Cantabria) a como lo fue aquí para los primeros pobladores”, expuso Breen Murray en su charla “El arte rupestre ibérico: el encuentro de dos mundos”.
Sin embargo existen diferencias claras, principalmente en el tema de conservación y de difusión de este patrimonio. Murray puso como ejemplos que todas las cuevas con pintura rupestre tienen los accesos controlados.
Además, demostró como existen grandes museos dotados de tecnología de punta para difundir el arte rupestre.
“Allá siempre acudimos a los sitios con un guía, jamás puedes ir solo una situación que desgraciadamente no sucede en las zonas de aquí”, expuso.
William Breen Murray fue homenajeado al concluirse la tercera edición del Coloquio, por su trayectoria de cuatro décadas de estudio del arte rupestre en la región noreste de México.