De diciembre del 2005 al último mes del 2014, el precio de legumbres y hortalizas se disparó 60.5%, mientras que el de la carne se elevó 83.2%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Al presentar las estadísticas a propósito del Día Mundial de la Alimentación –que se conmemora el próximo 16 de octubre–, el INEGI señaló que la inflación de dichos productos fue mayor al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que registró una tasa de 44.8% en los últimos nueve años.
Según el organismo, el país tiene una superficie de 109.3 millones de hectáreas cultivables; sin embargo, sólo 4 de cada 10 se destinan a la producción de alimentos, sea para consumo humano o para la alimentación de animales domésticos.
El sorgo grano es el segundo cultivo en importancia, según la superficie sembrada y el volumen de producción que se obtiene de él. En cuanto a la primera, este producto se siembra en 8% de las tierras agrícolas (2.2 millones de hectáreas), mismas que producen un total de 7.2 millones de toneladas por año.
De éste, la principal especie consumidora es el ganado bovino, especialmente en sistemas de explotación de estabulación y semiestabulación. Se estima que anualmente se dispone de 766 kilogramos del grano por cabeza de ganado bovino al año y 2 por día en la ración del alimento preparado.
La Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) 2014 reveló que la producción agrícola tuvo el siguiente destino: 73% para comercialización, 23% se utilizó en el autoconsumo de las unidades (humano o animal) y el 4% restante se perdió durante la cosecha, el transporte o en el almacenamiento.
Con relación a los productos de origen animal, en la dieta se consumen básicamente las especies bovinas, porcinas y aves (carne, leche o sus derivados y huevo).
Así, el hato de ganado bovino en el país asciende a 28.4 millones de cabezas, de las cuales 36.6 % (10.4 millones) son hembras (vacas y vaquillas) que se crían o aprovechan para la producción de leche; su aporte diario se estima en 31.5 millones de litros. Esa cantidad significa que se provee a cada habitante del país de poco más de un cuarto (280 mililitros) del producto, ya sea en consumo directo o en algún derivado.