En los últimos años el uso de los fertilizantes orgánicos en la agricultura, constituye una muy buena alternativa para los productores y para el suelo que ayudan a minimizar los costos de producción y mejorar la disponibilidad de nutrientes en la tierra, además de obtener mayores rendimientos en los cultivos como granos, fibras, oleaginosas y hortalizas con bajos precios en comparación con los productos químicos.
DESDE LA ANTIGÜEDAD SE PRACTICA ESTE MÉTODO
Pero este tipo de técnicas no es nuevo, ya que desde la antigüedad algunas tribus como los Mayas la realizan para el control de enfermedades y algunas plagas, solo con mezclar los estiércoles de los rumiantes con los residuos de la paja de algún cultivo y así obtenían mejores resultados en sus suelos y en sus productos.
Recientemente algunas sociedades como la UEPA Siete de Julio, corporación compuesta por 23 ejidatarios de bajos ingresos, incursionó en esta técnica bajo el Modelo Neal Lom 1540, mediante la creación de un invernadero para lombricultura y una planta de biofertilizantes con el financiamiento de ellos mismos y del apoyo del Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO), quien ha apoyado en Sonora 33 proyectos de esa y otra índole.
ESPECIFICACIÓN DEL PROYECTO
Jaime Gámez, técnico y asesor de este proyecto detalló que el Modelo Neal Lom 1540, cuenta con una infraestructura de invernadero equipado para lombricultura con sistema de riego automatizado, sistema de recirculación de lixiviados, estructuras para charolas, charolas, reservorios para almacenaje de productos, accesorios; bodega-almacén para alojar equipo para producción de microorganismo, equipo para la extracción de humus y kit de cribado y envasado para humus sólido, tanque de aforado, rastra aireadora para compostaje.
El proyecto transforma anualmente 400 toneladas de esquilmos agrícolas, (socas, gavilla de trigo, residuos de hortaliza, espárrago, podas de árboles frutales, etc.) y 400 toneladas de estiércol.
SE PRODUCEN MILLONES DE CONTAMINANTES AL MEDIO AMBIENTE AL QUEMAR
De quemarse como sucede en el Valle del Yaqui algunos esquilmos de hortalizas, granos y fibras en lugar de incorporarse al suelo, llegan a producir 898.60 kilogramos por hectárea de monóxido de carbono en el caso del espárrago; 346.60 kilogramos otras hortalizas y 232 kilogramos por hectárea en el caso del trigo, dijo Jaime Gámez.
MEJORA LA FORMACIÓN DE PROTEÍNAS EN LOS CULTIVOS
Asimismo se mejora la formación de proteína en los productos agrícolas y se retiene de manera importante la humedad en el suelo. Es importante mencionar que fertilizantes orgánicos como lixiviado de humus y extracto de humus contienen 16 de los elementos esenciales que requieren los cultivos y resulta entonces un fertilizante completo y balanceado, al contener todos los elementos esenciales para la nutrición vegetal, es también esencial para el desarrollo y recuperación de los microorganismos del suelo que los fertilizantes químicos han eliminado casi por completo.
Este tipo de fertilizantes orgánicos o lignina-proteinatos tienen una alta capacidad de intercambio catiónico y alta capacidad de intercambio aniónico y se aumenta la disponibilidad de fósforo en el suelo y la eficiencia del fósforo químico aplicados al cultivo.
También resultan grandes mejoradores de suelos al brindar mejores condiciones a la estructura de la tierra, al mejorar la retención de humedad, al aportar microorganismos benéficos que contienen los que actúan como biofungicidas de enfermedades, citando como ejemplo trichoderma que presenta antagonismo con fusarium o bacillus que actúan como antagonista de rhizoctonia.
Por otra parte los abonos orgánicos han mostrado un incremento en la producción agrícola cuando es utilizado en dosis altas (600 litros a 100 litros) dando una relación de incremento de un kilogramo por litro de abono orgánicos (caso trigo), según testimonio de productores de la región del Valle del Yaqui como Javier Cornejo García de la zona de Benito Juárez.
En el caso alfalfa con dosis altas han logrado incrementar el número de pacas de 90 a 100 pacas por corte a 150 pacas, según testimonio del productor Roberto Alanís Campoy del mismo Municipio.
ES UN PROYECTO DE PRIMER MUNDO
Productores beneficiados con este modelo de primer mundo, construido por la empresa Construcciones Neal, como Noé Ávila, dijo que la idea de esa sociedad que nació con el reparto de 1976, era como mejorar su vida y como darle de comer a sus hijos y hoy a sus nietos, situación que poco a poco lo han ido logrando, pero se requiere de hacer más y para ello demandan del soporte del Gobierno Federal a través de instituciones como FIRCO y otras más, ya que la idea es crecer para que los hijos y nietos tengan una mejor vida.
En tanto Miguel Álvarez Franco, jefe de proyectos de Agro Negocios de FIRCO, alabó este proyecto de primer mundo, sobre todo que el mismo, cuenta con todo un sistema de riego y elaboración de fertilizante orgánico, por ello es que el Fideicomiso le apuesta a este tipo de programas y a constructoras serias como Neal que cumplió con todas y cada una de las especificaciones del proyecto.
PRODUCIRÁN EN LA BIO-FÁBRICA MODELO NEAL 1540, 864 LITROS DE LIXIVIADO
Detalló que la Bio-fábrica puede producir anualmente 864 mil litros de lixiviado de humus de lombriz y un millón 917 mil 665 litros de humus líquido. Los beneficios al utilizar ese tipo de fertilizante en lugar de quemar es que mejora la estructura del suelo con lo que se reduce el esfuerzo mecánico y energético en la preparación del terreno, además propicia una mejor oxigenación del mismo.
Esta técnica incrementa la vida en la rizosfera en donde la microbiota (bacterias, hongos y algas) y la mesofauna (protozoos) ayudan a la planta a la captación de nutrientes y a su protección contra enfermedades; mejora la capacidad de intercambio catiónico (cic) con lo que se logra una mejor absorción de nutrientes por la planta y se evita la pérdida por lixiviación, lo que hace disponible más tiempo el fertilizante en el suelo.