Informó que la pasada administración estatal gastó 600 millones de pesos más en la compra de uniformes con una calidad inferior a los que ofrece el mercado mexicano, ya que infló los precios.
Explicó que el Gobierno de Padrés invirtió 10 millones de pesos en adecuar las naves industriales de tres empresas para que fabricaran las prendas, las cuales posteriormente dejaron la producción y se dedicaron a la importación.
“Comparamos los precios con Profeco para tener una idea y el resultado fue asombroso, la mayor parte de las prendas tenían un costo por encima del 50% de su valor real”, dijo Vidal.
“A valor reciente, el costo de los uniformes escolares son 271 millones de pesos al año. Si lo multiplicamos son casi mil 300 millones de pesos, según el estudio que hicimos, nos da el 50%, estamos hablando de casi 600 millones de pesos”.
Dijo que, las empresas Confecciones Industriales y Sonora Apparel, ambas de Mario Aguirre; y la empresa Rosa María Cepeda García siempre ganaban las licitaciones para la compra de uniformes.
En 2010, Padrés arrancó el programa para uniformar a más de medio millón de estudiantes.