Alguna vez Roger Waters afirmó que “el nombre de Pink Floyd es muy poderoso”. Para celebrar el poderío del grupo y toda la fortaleza de una propuesta musical original que ha trascendido generaciones, Emmanuel Quiroz y Carlos Olivares han organizado el encuentro 50 años de historias desde el lado oscuro de la luna, que inicia hoy en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Emmanuel Quiroz dice que su idea fue realizar un encuentro académico serio sobre el grupo surgido en 1965 aprovechando los diversos foros del Cenart. “La idea es que las personas lleven a cabo un análisis, no a partir de un disco que se consigue en una tienda, sino de las referencias que han investigado. Por ejemplo, hablarán de los diseñadores de las portadas de sus álbumes, a qué sonaba Pink Floyd a fines de los sesenta, quién es Michelangelo Antonioni, con quien colaboraron en la cinta Zabriskie Point, o Alan Parker, director de la adaptación fílmica del disco The Wall. Se busca que a partir de esta información, la gente tenga curiosidad por la investigación y que no se quede en el grupo, sino que incluyo vaya más allá”.
Cuando Quiroz y Olivares, ambos trabajadores del Cenart, empezaron a elaborar la lista de candidatos a dar las conferencias sobre el grupo autor de discos seminales como The Piper at the Gates of Dawn, Atom Heart Mother, The Dark Side of the Moon, The Wall y otros, buscaron incluir sus “héroes del periodismo”, como dice Quiroz. Refiere que cuando eran pequeños leían sus artículos, pues “ahí nos enterábamos sobre la música. En esos años, en los noventa, no había mucha información, no existía internet y la única manera de enterarnos eran en los periódicos”.
Especialista en audio, comenta que el manejo del sonido en Pink Floyd no tiene que ver “únicamente con que se escuche bien o que emocione, sino que tenga también todo un sentido de discurso a partir de una idea y cómo se va desarrollando respecto a otras ideas. El grupo iba haciendo colaboraciones con la danza, con la música concreta y con el cine. Ese tipo de telarañas sociales son las que nos interesan”.
Las actividades se llevarán a cabo hoy, mañana y el sábado de 12:00 a las 22:00, y el domingo habrá un concierto a las siete de la noche. Entre los ponentes figuran Hugo Zuccarelli, Mark Blake, Glenn Povey, Antonio Jesús Reyes Álvarez, Ricardo Bravo y David Cortés. Programación: www.pinkfloydmexico.com
Testimonio
Ver a Pink Floyd en vivo fue para quien esto escribe una experiencia imborrable. Escuchar a un grupo contundente armar en vivo piezas concebidas en el estudio fue un acto memorable. Enseguida transcribo algunas de mis impresiones de ese 9 de abril de 1994.
Mucho tiempo después de lo que hubiéramos deseado estamos aprendiendo a volar. David Gilmour, Richard Wright y Nick Mason en escena, con los dos grandes ausentes a cuestas —Syd Barrett y Roger Waters— nos traen en vivo a Pink Floyd. Entre rayos láser multicolores, representaciones del sistema solar y tres mujeres enfundadas en vestidos blancos, nos asestan “Learning to Fly”, contundentes. Es la primera parte de una travesía que, aunque se ha dicho predecible, tiene motivos de sobra para maravillarnos todavía.
Podríamos desear que los grandes ausentes siguieran diseñando con David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright el futuro de Pink Floyd, pero la historia es irrevocable. Incluso así, con sus fisuras, pese a todo, el loco diamante sigue brillando. Ejecuciones impecables y un manejo maestro de lo visual mantienen al grupo en la cresta creativa en la reconstrucción de su propio pasado, demasiado poderoso para ser sepultado por una obra menor como The Division Bell.