Eslovenia rechazó ayer una ley que daría a las parejas del mismo sexo el derecho a contraer matrimonio y adoptar niños, en su segunda votación sobre los derechos de los homosexuales en cuatro años.
Cerca de 63.4% de los votantes rechazó la legislación en un referendo, mientras que 36.6% la respaldó, según resultados preliminares de la Comisión Electoral Estatal luego de que se contabilizaron 99% de los sufragios.
El Parlamento aprobó una norma en marzo que daba a las parejas gays el derecho a casarse y adoptar niños, pero las medidas no han sido aplicadas debido a que el grupo de la sociedad civil Por los Niños apeló ante la Corte Suprema, convocando a un referendo.
En otra consulta realizada en 2012, casi 55% de los votantes en el estado miembro de la Unión Europea y ex república yugoslava rechazaron dar mayores derechos a las parejas del mismo sexo. “La gente no quiere permitir que sean derribados los valores que para la mayoría son sagrados, como la familia, la paternidad y la maternidad”, declaró France Cukjati, del partido opositor conservador SDS.
Martina Vuk, ministra del Trabajo, del centrista y gubernamental SMC, opinó que “ha triunfado un gran miedo creado artificialmente” y lamentó que el resultado “muestre que los derechos humanos en Eslovenia no valen todavía para todos”.
“Personalmente estoy decepcionado, pero todavía creo que Eslovenia está en general avanzando hacia una sociedad más inclusiva y estoy seguro que se hará cumplir una ley similar en algún momento en el futuro”, dijo Roman Kuhar, un sociólogo que ha vivido con su pareja del mismo sexo durante 11 años.
“El problema es que sólo las personas que están fuertemente en contra o en favor de la ley votan en el referendo. Si las otras personas pudieran emitir su voto también, creo que se podría hacer cumplir la ley”, agregó. La concurrencia a las urnas fue de 36.2%.
El gobierno respaldó la nueva legislación, pero no participó en la consulta. El principal partido de la oposición, el Partido Democrático Esloveno (SDS) está en contra de la norma.
El pequeño estado de 2 millones de habitantes es relativamente tolerante a las parejas homosexuales que han podido registrar formalmente sus relaciones desde 2006 y también tienen permitido adoptar niños de una relación previa, aunque no otros menores. Según la ley de la nación, el Parlamento tendrá que esperar al menos un año para aprobar una nueva legislación en la materia, por lo que mientras tanto seguirá en vigor la actual norma en materia de familia, adoptada hace 35 años.