Martes 19 de enero de 2016, p. 4
La ciudad de San Sebastián, Donostia, su nombre en euskera, es la Capital Europea de la Cultura 2016, nombramiento que celebrará todo el año con múltiples actividades artísticas y gastronómicas, mediante las cuales intentan crear una mejor convivencia a partir de proyectos con temas enfocados en la educación y la cultura de la paz.
Con más de 180 mil habitantes y capital de la provincia de Guipuzcoa, País Vasco, Donostia es la nueva ciudad en ese lado del continente que es Capital Europea de la Cultura desde 2002, cuando Salamanca obtuvo el título y en 1992 recayó en Madrid.
El programa cultural de San Sebastián 2016 presenta ejes temáticos que vislumbran el rumbo marcado por valores de convivencia. Los proyectos artísticos servirán de guía para que las personas emprendan un viaje hacia la transformación que quiere afrontar la ciudad costera, la cual cuenta con un siglo como destino turístico europeo.
Su famosa playa de La Concha, rodeada por verdes montañas, se suma a la oferta cultural y gastronómica de la ciudad, donde se desarrollan actos de prestigio internacional, como los festivales de cine y de jazz. Asimismo, cuenta con instituciones culturales como el Kursaal, diseñado por Rafael Moneo, y el Museo Chillida-Leku, dedicado al escultor donostiarra Eduardo Chillida (1924-2002).
Según el sitio web oficial, las actividades se dividen en cinco ejes temáticos: diversidad lingüística; tecnología; pensamiento crítico, arte contemporáneo; participación ciudadana, y artistas y espacios culturales.
Pagadi es el tema mediante el que se pretende fortalecer el tejido artístico y las relaciones interinstitucionales de los centros culturales más implicados en el apoyo a la producción del arte contemporáneo, vinculando sus contenidos con los compromisos de la sociedad actual.
Bestelab es otro eje, el cual está enfocado en la promoción de la participación ciudadana en la sociedad, al tiempo que promueve iniciativas que facilitan la participación de las personas. Trata de ser un laboratorio experimental de innovación social basado en prácticas colaborativas.
El tercero es Hirikia; está enfocado en el acceso a la información y el fomento de la comunicación, ya que la tecnología permite nuevas formas de relacionarse con la cultura. Aquí se fomentará la creación de herramientas y espacios participativos y abiertos, poniendo la tecnología al servicio de los ciudadanos.