Una nueva batalla estalló el domingo cuando el alcalde de Londres, Boris Johnson, anunció que se sumará a la campaña para alentar a Gran Bretaña a salirse de la Unión Europea (UE). La decisión representa un reto directo al primer ministro David Cameron, que lanzó una vasta ofensiva política para mantener al país en el bloque de 28 naciones.
Johnson argumentó que está en juego la soberanía británica y que el proyecto de la comunidad política “corre el peligro de salirse de control”. Por ejemplo, la Corte Europea, criticó, fija las pautas de la justicia para unas 500 millones de personas. “Hay demasiado activismo jurídico, demasiadas leyes que vienen de la UE”, dijo.
No obstante, declaró, ante una multitud de reporteros frente a su casa en Londres, que la decisión de oponerse a Cameron le significó una “dificultad agónica” y elogió su esfuerzo por la renegociación, pero agregó que en última instancia las reformas acordadas en Bruselas por lejos no llegaban a un cambio significativo.
Cameron afirmó que abandonar la UE otorgaría al Reino Unido una falsa “ilusión de soberanía”, pero le restaría en la práctica poder y peso internacional. “No tendríamos la capacidad de ayudar a nuestras empresas y asegurarnos de que no son discriminadas frente al euro. No podríamos presionar a los países europeos para que compartan información de fronteras y sepamos qué están haciendo los terroristas y criminales en Europa”, dijo Cameron en una entrevista a la BBC.
Cuestionado sobre si querría ser recordado como el primer ministro que abocó al Reino Unido a la salida de la Unión Europea, Cameron afirmó que hace tres años puso sobre la mesa “unas intenciones muy claras. Dije que habría una negociación y un referéndum. Estamos cumpliendo esos compromisos. Los ciudadanos de este país tomarán una decisión soberana”.
También ayer, el comisario de Finanzas de la Unión Europea, Pierre Moscovici, declaró que la Comisión Europea no tiene un “plan B” si los británicos deciden salir del bloque. “No nos ayuda prever escenarios de desastre. El día que comencemos a hablar de un plan B será cuando no creyamos en nuestro plan A”, dijo.