Esta cruz de madera fue colocada a finales del año de 1790 para representar la división entre Navojoa y la Comisaría de San Ignacio, Cohuirimpo.
Una vez que finalizó la derrota de los indígenas Yaquis y Mayos por parte de las fuerzas del Gobierno Federal y Estatal para terminar con la rebelión general de estas tribus, en donde se creó la municipalidad de Navojoa.
Manuel Hernández Salomón, cronista de Navojoa narró que en ese tiempo, San Ignacio tuvo un presidente municipal llamado Ignacio Rábago quien fuera asesinado por la disputa de terrenos por lo que se instaló esta cruz como símbolo de división de ambas partes
Mencionó a que como han pasado los años los indígenas actuales se acercan a la cruz para depositarle un piedrita sobre los brazos de la cruz y otros lo hacen colocándolas en la parte de la base de ésta con el objetivo de refrendar su respeto a sus ancestros
Indicó: “Es muy común que cuando ven una cruz en ciertas partes les ponen piedras, quizás sea una manera de expresarle algún tipo de sentimientos hacia la persona que está ahí o si no para dignificar la muerte de una persona”.
Destacó que ya han pasado 226 años desde que esta cruz fue clavada en ese lugar y aún continúa intacta.