Acepta que ni siquiera la revolución “logró ir más allá de esa mitología sobre la figura de Darío, qué significó el modernismo, por qué Rubén fue tan innovador al reivindicar la particularidad de la cultura de América Latina frente al peso de Francia, de Verlaine, de Rimbaud, a los que tanto admiró a la vez”, aunque pide al actual gobierno ser “más serio, quitar esa cursilería que tanto hemos padecido, porque incluso esa cursilería aleja a la gente joven de Darío cuando hablamos de cisnes y de musas”.