A sus seis años Víctor Urbán, que hoy cuenta con 82 años, ya estudiaba en la Escuela de Música Sacra de Tultepec, a donde el maestro Jesús Estrada acudió a tocar una misa. Nada más escuchar aquellos dramáticos acordes de la Tocata y fuga en re menor, de Johann Sebastian Bach, el niño quedó fascinado.
Ese día el pequeño alcanzó al maestro en el atrio de la iglesia: “¿Me podría dar clases de órgano?”. Estrada sonrió: “Sí, ve al Conservatorio, y estudia piano”. Ocho años después el chico ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde estudió 10 años como alumno de uno de los mayores ejecutantes del órgano en todo el mundo: Jesús Estrada.
En México, Urbán fue alumno de José Pablo Moncayo, Blas Galindo y Rodolfo Halffter; en la escuela de Música Sacra del Vaticano y en Sttutgart recibió clases de Ferruccio Vignanelli, Fernando Germani y Helmuth Rilling. Tuvo además otros eminentes maestros, como Domenico Bartolucci, Higinio Anglés y Raffaele Baratta.
Urbán, quien ha tocado en cuatro continentes, se presenta hoy, junto con el italiano Davide Pinna y la Orquesta Filarmónica de Toluca, dirigida por Gerardo Urbán Fernández, en el Auditorio Nacional, a las 13:00.
El instrumento que usará, el Órgano Monumental del Auditorio Nacional (OMAN), es el órgano más grande de América Latina; fue adquirido, armado y estrenado entre 1957 y 1958. Tiene casi 16 mil tubos, alcanza una altura de casi tres pisos y pesa 15 toneladas.
El OMAN es el instrumento más destacado de su tipo en América Latina y uno de los más notables en el mundo por sus dimensiones, su calidad y su pluralidad sonora al alcanzar 250 posibilidades tímbricas. Además posee una gama de otros instrumentos, como flauta, viola, tuba, trombón y clarinete, entre otros.
Entre 1958 y 1971 este órgano fue usado en un festival anual en el que estuvieron los mejores organistas del mundo. En el año 2000 fue rescatado; ahora el director del Auditorio Nacional, Gerardo Estrada, pretende promoverlo más y ofrecer más conciertos.
Sonido majestuoso
Víctor Urbán dice que aunque el órgano, especialmente por la pieza de Bach Tocata y fuga en re menor, ha sido popularizado por las películas de terror, este instrumento tiene mucho que ofrecer, y aunque en México los más de mil órganos de la época colonial que existen no son aprovechados como se debiera, en el mundo el instrumento cuenta con mucho reconocimiento y se encuentra vigente.
“El del órgano es el sonido más majestuoso que hay de todos los instrumentos; Wolfgang Amadeus Mozart, el gran compositor austriaco, lo llamó ‘el rey de los instrumentos’. Estoy seguro de que las personas que vengan a escucharnos quedarán igualmente admirados, como yo me quedé cuando era niño”, dice a MILENIO.
Pinna es organista titular en la iglesia Mater Ecclesiae de Sassari, en Cerdeña. Es un músico invidente que ejecuta todo su vasto repertorio de memoria, que abarca desde la música antigua hasta la música contemporánea.