Como parte de las medidas de seguridad de la banca para evitar fraudes, cada vez más instituciones financieras comenzarán a solicitar el Número de Identificación Personal (NIP) para la realización de operaciones de sus clientes.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Dimas Gómez, director de Marketing de Gemalto, empresa de seguridad cibernética, destacó que hasta el momento BBVA Bancomer y HSBC ya operan aplicando este control de seguridad.
No obstante, la aplicación del NIP para compras podría implicar una molestia para los usuarios quienes podrían optar por otro banco que no pida la clave para realizar sus operaciones.
“Probablemente varios bancos más lo implementen, pero se requiere un respaldo y estandarización en la banca. Como clientes, a veces nos gusta hacer menos pasos, entonces que te pongan un NIP aunque sea por tu propia seguridad, a la gente no le gusta y prefiere usar la tarjeta de otro banco; se vuelve un tema comercial, cuando no debería de serlo”, explicó.
Ante la preocupación de las autoridades en México por el fuerte incremento en los casos de robo de identidad, el especialista consideró que la medida daría mayor confianza en las operaciones con tarjetas.
“Hay medidas que los reguladores podrían empezar a promover, que es el uso del NIP para compras. Es algo que se podría ver desde el punto de vista de regulación en las tarjetas y podría ayudar a identificar a los clientes y dar mayor confianza en el uso de los medios de pago en México”, destacó.
En tanto, los fraudes como el robo de tarjetas en cajeros, mensajería o la modalidad llamada “el cambiazo”, se presentan como los principales retos para la seguridad de los usuarios.
Según el experto, “el cambiazo”, la cual se ha dado con mayor frecuencia en mercados sudamericanos, ocurre en comercios, cuando a un cliente le dan una tarjeta falsa con los colores de su banco después de realizar una operación. Si el cliente no la revisa, el defraudador puede realizar compras en su nombre sin que se percate.
“También en los cajeros automáticos es más común que se instalen aparatos que capturen la tarjeta, ven el NIP cuando intentas colocarlo en el cajero y cuando quieres sacar la tarjeta se queda atorada. Entonces el cliente se va y llega el defraudador y ya conoce la información para usar el plástico”, detalló.
En su opinión, parte de las tendencias globales de seguridad es que los defraudadores tienden a atacar en el flanco más débil.
“Eso ya se está acabando. Se espera que en los próximos dos o tres años prácticamente todas las terminales punto de venta ya estén con chip, con lo cual la clonación de la banda magnética no va a ser viable”, señaló.