La Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO) de Madrid abrió ayer su edición 35 con una mirada puesta en Latinoamérica y otra en el programa Opening.
Mientras en una zona de ARCO los reyes de España se encargaban de la inauguración, el arte más rompedor se concentraba en el área dedicada a Opening, donde participan 18 galerías con menos de siete años de vida, procedentes de 11 países de América y Europa.
Son la “cantera” de ARCO, una sección comisariada por Chris Sharp y Juan Canela, que busca ser un espacio de descubrimiento de las galerías más jóvenes, que pueden participar durante dos años y que, previsiblemente, se integrarán después en el programa general de la feria.
“La idea es que sea un puente entre la feria y las galerías que están comenzando, una puerta de entrada. Además, queremos darle sentido curatorial por lo que tienen que acudir con uno o dos artistas. Esto permite conocer mejor a estos artistas y hacer la visita más fácil y agradable”, comentó Canela.
De las 18 participantes, hay tres españolas, siete europeas, dos estadunidenses y seis latinoamericanas.
Desde su creación, Opening se ha convertido en uno de los espacio más visitados por el público. “En esta sección hay modelos de galerías muy distintos, se repiensa en el rol de las galerías en siglo XXI”, afirmó Canela.