Lucía Guillermina Valenzuela López, de 47 años de edad, narró los horribles momentos que vivió junto con su familia cuando alrededor de las 05:00 horas, el fuego acabó con su patrimonio producto del esfuerzo de más de 20 años.
“Todo se me quemó, me quedé sin nada y dormimos aquí afuera, fue como las 05:00 de la mañana y unos ‘ratas’ se brincaron la barda porque los venían correteando y jalaron el cableado, parece que se lo querían robar e hizo chispa y se prendió la casa”, dijo.
Doña Lucía recordó que los once integrantes que componen su familia se encontraban dormidos, y su hija Ada Jesús Torres, de 26 años de edad, y su yerno José Álvarez, de 29 años, fueron los primeros que se percataron del incidente.
“Estábamos dormidos, y mi hija se dio cuenta que empezó a arder la parte de la cocina y ya nos levantamos y ella por salvar a sus hijos se quemó la pierna y sus brazos, y su esposo también se quemó el brazo y los talones porque la sacó de las llamas”, agregó.
Un menor de nueve años también se vio afectado, según detalló, ya que por el exceso de humo que hubo en el incendio se desmayó, y ayer en la mañana presentó mareos y problemas para respirar, por lo que lo llevaron al médico.
Lucía Guillermina es madre soltera y trabaja dos días a la semana elaborando empanadas con una señora que se dedica a la venta de pan, y con lo poco que gana y lo que sus hijos le dan, apenas se mantienen.
Gran parte de la vivienda se componía de láminas de cartón y madera, junto con un cuarto largo construido de material y techo de lámina, el cual quedó en malas condiciones y con las paredes cuarteadas.
¡APÓYALOS!
Si desea ayudar a la familia Valenzuela, puede llevarles ropa, muebles, cobijas y despensa al domicilio ubicado en Roberto Mejía Serna, número 2, entre Lázaro Mercado y Retorno 10, en la invasión Sol Aguilar. También puede marcar al celular 6474 049275, con Roxana.