Martes 6 de septiembre de 2016, p. a10
A un año de su estreno, el documental El espejo del arte, realizado por Pablo Jato, fundador de la productora Embrujo Films, sigue sin poder exhibirse de manera comercial. Se ha presentado en algunas universidades y foros ante gran cantidad de público que ha aplaudido con entusiasmo este trabajo, que aborda los tejes y manejes de uno de los mercados más prósperos del mundo capitalista: la venta de arte.
Este miércoles el largometraje será proyectado en Casa Lamm, con la presencia del director de la película, quien ha enfrentado los recientes meses bloqueo y censura
, como explica él mismo.
El documental no se ha podido distribuir, no se ha podido poner en los cines, ni en salas independientes. Desde que comenzamos a hacerlo sabíamos que íbamos a encontrar un poco de malestar en el mundo del arte, pero no pensamos que nos iban atacar de la manera en la que lo han hecho
, detalla Jato en entrevista con La Jornada.
Temas espinosos
En El espejo del arte se da voz a decenas de curadores, críticos, coleccionistas, directores de galerías y museos de diversos países a quienes el realizador pidió que respondieran preguntas como: ¿hay mafias en el arte?, ¿se puede inventar a un artista?, ¿existen artistas falsos?, ¿todo lo que se presenta es arte?
“El documental dice cosas que no quieren oír las mismas personas entrevistadas, pero que tampoco quieren que escuche el público. Les incomoda y punto. No están acostumbrados a que alguien les diga algo que no les gusta a pesar de que ellos mismos son los que respondieron que sí, hay mafias en el arte, y lo hicieron sin miedo a decirlo porque tampoco se trata de un secreto.
No están acostumbrados a que se les diga que no son guapos ni maravillosos. Están acostumbrados a que se les considere genios. Entonces, de repente se vieron reflejados en un espejo, pero que no es el suyo. Eso fue todo. No hice nada grave, no develé la estafa del siglo, no se acusa a nadie de nada.
Pablo reconoce que no se esperaba las respuestas que le dieron. “Cuando escuché lo terribles que eran supuse que el documental iba a causar malestar en algunos sectores, pero no pensé que fuera tan grave; es ridículo, porque no se trata de un documental sobre política.
“Una de las preguntas que más les duele es, precisamente, si hay mafias en el mundo del arte, pues obviamente respondieron que sí, porque se lavamucho dinero, porque es un muy buen negocio, porque no hay leyes. El mercado del arte es el menos regulado del mundo, como dijo uno de los entrevistados; el segundo medio menos regulado es el de las drogas. Es decir, el arte tiene menos restricciones que el mundo de las drogas, por eso pueden hacer lo que les da la gana y ofrecer lo que quieran, no están sometidos a ningún tipo de control.