Por: Mónica Miranda
Anikka Oviedo, a sus 11 años, padece diabetes tipo 1, enfermedad que le fue detectada tras caer en una crisis en febrero de 2015, por la que tuvo que ser hospitalizada de urgencia y el diagnóstico arrojó la presencia de este padecimiento crónico en su organismo.
Desde entonces, la pequeña asumió el reto de vivir con este problema de salud, y con tan sólo 9 años de edad se propuso que no cambiaría sus hábitos, ni sus sueños de cantar, don que perfecciona desde los 4 años.
“A mí no me afecta nada, yo lo tomo como un reto, como que nada pasó, nada más me tengo que seguir inyectando por cada cosa que como, y checarle y cuidarme. Hago como que nada malo pasó, sólo que me tengo que cuidar más y que es un reto en mi vida”, manifestó.
El año pasado, Anikka, originaria de Agua Prieta, decidió participar en un show de canto televisivo llamado “La Voz Kids”, experiencia con la que demostró a su familia que la diabetes no es impedimento para continuar con su vida normal.
La asociación civil en Agua Prieta, Dulces de Amor, formó el club de diabetes infantil que integra a 30 niños con este padecimiento en el cual se brindan asesorías a las familias y se fomenta en los niños los hábitos adecuados de alimentación para contrarrestar la enfermedad, explicó el doctor Vicente Escudillo.
“En Agua Prieta tenemos alrededor de 30 niños con diabetes y junto con otros niños nos reunimos cada 15 días para fomentar hábitos dietéticos saludables, hacemos actividades para recaudar fondos, aquí lo caro son los insumos y formamos parte de un movimiento nacional del diabetes que se llama ‘Una sola voz’”.