Don José no sabe lo que es disfrutar esta celebración porque vive en la calle
Oviel Sosa
Es común ver desfilar a decenas de personas por las principales calles del centro de la ciudad. En sus rostros se refleja felicidad, ánimo y regocijo por festejar Navidad al lado de sus seres queridos. Los ciudadanos compran un regalo para obsequiarlo en esa celebración, pero existen individuos, como Don José, que no proyectan ilusión, porque su realidad es otra, una llena de carencias y adversidades.
“Yo me conformo con pasar el año. Con tanto frío que hace y saber aguantar el frío”, expresó José Guadalupe Pérez González.
Don José no pide aparatos electrónicos o un determinado accesorio que pueden adquirir personas con la solvencia necesaria para comprarlo; él se conforma con recibir una cobija para tolerar el gélido clima.
Con 75 años de edad, cuenta que nació en San Miguel de Tenochtitlán, localidad situada en el Municipio de Jocotitlán en el Estado de México. De niño murió su mamá y su papá nunca se hizo cargo de él, por lo que su infancia fue velada por su abuela. Cuando era adolescente, trabajó en el campo; después viajó a la Ciudad de México, donde se desempeñó de ayudante de albañil.
Recordó que a la edad de 17 años se fue a Estados Unidos contratado para trabajar en el campo, y ahí se quedó por varios años. Después regresó a México, donde se dedicó a deambular de un lugar a otro, por lo que ha recorrido prácticamente todo el territorio mexicano, desde Chiapas, hasta Tijuana.
A Ciudad Obregón llegó hace más de 10 años. En un tiempo vendió paletas de hielo, pero el trabajo escaseó, por lo que se ha dedicado a mendigar para sobrevivir.
Don José nunca se casó, no tiene familia y en Ciudad Obregón camina por el centro pidiendo ayuda; cuando cae la noche, busca un lugar para refugiarse del clima.
Reconoció que toma vino y que eso le ha ocasionado problemas en su estado físico, por lo que decidió acudir al Centro de Salud para que le proporcionaran pastillas. Dijo que no dejará de tomar alcohol y que lo hace porque adquirirlo es barato y a su vez le ayuda para soportar el frío y que no le de tanta hambre.
Es así como la Navidad para muchas personas representa una época de abundancia, de dicha, de compartir. Un día en el que se reaviva la unión y la fraternidad, pero para Don José ese contexto no existe, él sólo sabe que es Navidad por que ve desfilar a las personas con regalos por un lado de él, esperando que alguien se compadezca de su situación y le dé una moneda.
Él se localiza en la banqueta de la calle 5 de Febrero, entre No Reelección y Guerrero. Su aspecto es sucio; por eso mucha gente lo hace menos. Pasa desapercibido, como si no existiera, pero al detenerse y platicar con él, se puede apreciar que cada ser humano encierra un pasado que lo marcó para vivir el presente; por eso, en estas fechas debemos de mostrar bondad y ayudar a aquellas personas que realmente lo necesitan.
Ese es el verdadero sentido de la Navidad, y no tanto estar encandilados por festejar envueltos en un ambiente influido por la mercadotecnia.
REFERENCIA
De acuerdo con Protección Civil Municipal, la mayoría de las personas en situación de calle se concentra atrás del Centro de Usos Múltiples (CUM); no hay un registro exacto de cuántos individuos viven en condiciones precarias, porque hay quienes llegan de paso en el tren.