Mujer adulta interpone queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos; refiere que una empleada le dijo que no podía volver al negocio
Fabián Pérez
Una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) interpuso la señora Rafaela Armenta, luego de ser discriminada por un establecimiento comercial por su avanzada edad.
“Todavía no entiendo el porqué, en algunas tiendas se nos está cerrando el acceso a las personas mayores de 65 años. Me sucedió el sábado al ingresar a una tienda para realizar mis compras”, explicó.
La mujer describió que una trabajadora del negocio le notificó que no podía dejarle ingresar al negocio al ser mayor de 65 años de edad.
“Si los adultos mayores tenemos derecho a elegir nuestros productos. Esta muchacha me comentó que le diera la lista de los productores para que una persona me los comprara, lo cual es un atropello”, fustigó.
Dijo que, al trabajar en un despacho de abogados, aseguró que era algo inconstitucional no permitirle el acceso a un establecimiento comercial para comprar sus productos.
Compartió que fue tanta su molestia y su coraje, que decidió emprender una queja en la CEDH para no permitir que se les siga discriminando a los adultos mayores.
“Tanto que se habla de la famosa discriminación, para que nos vengan a salir con esta barrabasada, porque no es más que eso, un atropello y un invento de no sé quién”, criticó.
“Hasta donde tengo entendido en la Constitución Política no dice absolutamente nada al respecto, de que se nos niegue la entrada a ciertos lugares”
El argumento de los establecimientos comerciales, dijo, es que la Secretaría de Salud decretó que ninguna persona mayor de 65 años de edad debe ingresar, por cuestiones de prevención del covid.