La concejala de Medio Ambiente de A Coruña culpa a los vecinos de no tener una ciudad …
El equipo de gobierno que comandan Inés Rey y José Manuel Lage tiene integrantes invisibles de un perfil gregario, peones de los que se intuye que no salen a la luz no tanto por una estrategia basada en la discreción como para evitar desastres. Esther Fontán, concejala de Medio Ambiente, participó este domingo en el festival Mar de Mares. Y allí habló de limpieza. “Siempre es posible más”, explicó la edila.
Fontán, que según el currículum difundido por el Concello, “cursó” estudios de Derecho y Márketing, fue concejala de Educación y Personal en Santiago hace más de treinta años y preside y es portavoz a nivel nacional de la Asociación de Afectados de Intrusismo Médico Sanitario (AIMS) desde 2008. Desde entonces, incide la hoja de vida presentada desde el Concello, ha organizado tres jornadas con Colegios Profesionales Sanitarios, representantes de las diferentes Administraciones Sanitarias y Asociaciones de Pacientes.
Pese a estar enfrascada en esa labor, Fontán es concejala de Medio Ambiente del ayuntamiento coruñés desde hace dos años, labor por la que recibe 59.582,74 euros anuales en 14 pagas. Tiene dedicación exclusiva y de su capacidad se aguardan soluciones para tener una ciudad más limpia. Este domingo ofreció algunas: “Quiero decirles una cosa tanto a los vecinos de Os Mallos como a los de cualquier barrio: si quieren que su calle o su barrio esté limpio, ellos van a tener que comprometerse a no ensuciarlo”, aseguró antes de aclarar que al ayuntamiento no se le puede responsabilizar de una ciudad sucia: “Nosotros [por el Ayuntamiento] ponemos los medios, los vecinos ponen la voluntad”, explicó.
La otrora estudiante de márketing Esther Fontán (no hay constancia curricular sobre grado o curso, pero sí de que llegó a trabajar como “autónoma” en este campo) cree que una de las claves para lograr una ciudad más limpia pasa por adoctrinar a la población. No es que los coruñeses sean unos guarros, pero estima la edila socialista que hay margen de mejora en esas cuestiones y anuncia su idea de que desde el Concello se les explique como ser más limpios. Pero que se les explique de verdad: “Vamos a tener que hacer una dura y seria campaña informativa. Esta ciudad es bellísima y es labor de todos recuperar el esplendor que tuvo, pero si los vecinos no ponen de su parte…”.
Fontán clama además contra los dueños de los perros que los sueltan por los parques y no evitan que orinen “en medio de las flores”. Y retoma su mirada hacia Os Mallos, barrio desde el que se reivindican mejoras en aspectos no sólo de limpieza sino también de seguridad. Fontán insinúa que hay quien puede estar interesado en hacer parecer que la zona está más sucia de lo que debería. “Podría pasar fotos de estos días en el barrio, desde que empezaron todas estas demandas, de gente que que ha depositado sus bolsas de basura de orgánicos e inorgánicos al lado de los contenedores de papel y vidrio. Creo que es bastante evidente cuáles son los contenedores de cada una de las cosas”.
La concejala de Medio Ambiente no es coruñesa. Si lo fuese, habría bajado alguna vez a echar el polvo. Y más de alguna vez se encontraría con el contenedor lleno. A Inés Rey le ocurrió y así lo glosó en un artículo publicado en su día en El Ideal Gallego.
Ahora el enfoque ha cambiado. En abril de 2019, la entonces candidata socialista Inés Rey clamó contra la suciedad en la ciudad. La web de los socialistas coruñeses acompañó aquellas palabras con la imagen de un excremento sobre una acera. Detallaban en el pie de foto que correspondía a un perro. “Los coruñeses y coruñesas sabemos desde hace años, que A Coruña de Xulio está sucia. La limpieza no entra en los planes de la Marea”, explicó entonces Rey, que enfocaba la responsabilidad hacia quien gobernaba, no hacia los vecinos. Rey incidía entonces: “Lo normal es que los barrios estuviesen limpios y no hacer propaganda con un programa de limpieza”.