Abdulrazak Gurnah: Mandón*
Hace mucho tiempo fue aquello, sentados en el muelle cubierto de percebes, columpiando las piernas en el aire. El muelle Princesa Margarita en las largas sombras de la tarde, mirando el mar debajo de nosotros haciendo espuma con brazos y piernas y pelando los dientes. Un largo cuento le conté, sofisticado y sabio, un entramado de mentiras. Le conté que un hombre se había parado junto al mar a mear y que la meada seguía y seguía sin fin. Como una lengua de longitud infinita, toda enrollada en las entrañas del hombre. En el muelle Princesa Margarita vimos a Ferej tragarse el agua como un tiburón. El agua estaba picada y refulgente el día que ganó el campeonato interescolar. En el muelle Princesa Margarita, tras un día de 1956 en que la buena princesa puso pie en nuestras humildes tierras. Del otro lado había cuatro cañones, remachados al concreto y mirando al mar. Petardos ceremoniales para dar la bienvenida a la princesa.
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