Reabre la Capilla Riveriana a más de un año de cierre por restauración y pandemia
Reabre la Capilla Riveriana a más de un año de cierre por restauración y pandemia
▲ La obra La sangre de los mártires agrarios: Emiliano Zapata y Otilio Montaño (izquierda) es uno de los 24 murales y paneles que destacan en la capilla texcocana. Diego Rivera comenzó la decoración del espacio en 1924, invitado por Marte R. Gómez, entonces director de la Escuela Nacional de Agricultura, recién trasladada a Chapingo. Autoridades informaron que por ahora sólo abrirá a la comunidad universitaria.Foto Javier Salinas Cesáreo
Javier Salinas Cesáreo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 25 de octubre de 2021, p. 8
Texcoco, Méx., La Capilla Riveriana, que alberga una de las grandes obras maestras del muralista Diego Rivera, ubicada en la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), fue reabierta luego de permanecer cerrada durante más de año y medio a causa de la pandemia por Covid-19.
En los cuatro años pasados, la Capilla Riveriana sólo ha estado abierta durante casi 10 meses. Primero, se cerró debido a las afectaciones que sufrió en los sismos de septiembre de 2017, y luego por la pandemia.
Autoridades de la UACh informaron que la semana pasada reabrió el recinto luego del cambio del semáforo epidemiológico a verde, y después del regreso de los trabajadores a sus labores. Por el momento, sólo abrirá a la comunidad universitaria.
Durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, la obra de Diego Rivera sufrió grietas y desprendimientos en murales, por lo que fue cerrada para que se llevara a cabo su restauración a cargo del Instituto Nacional de Bellas Artes.
La Capilla Riveriana se ubica en el extremo derecho del edificio principal de la UACh. Diego Rivera (1886-1957) inició la decoración del recinto en 1924, durante el gobierno de Álvaro Obregón, en atención a una invitación de Marte R. Gómez, entonces director de la Escuela Nacional de Agricultura, recién trasladada a Chapingo; Rivera concluyó los trabajos en 1927.
La Capilla Riveriana se compone de 24 murales y paneles, destaca La sangre de los mártires agrarios: Emiliano Zapata y Otilio Montaño, cuyos cuerpos envueltos en mortajas rojas debajo de la tierra, representan el poder de germinación de su lucha; con esta imagen, el pintor quiso demostrar que sus vidas fecundan la tierra y sirven de abono al maíz, origen y sostén de la cultura americana. Una flor enmarca la ventana circular.
La Trilogía de la Revolución está compuesta por tres tableros, cada uno de los cuales está coronado por una mano en actitudes que simbolizan fases y requerimientos de la lucha revolucionaria. La primera etapa se muestra en el panel de La organización del movimiento agrario; la segunda, La renovación de la lucha revolucionaria o La muerte del campesino, y la tercera, el ideal realizado el Triunfo de la revolución y la justicia.
En el fondo se encuentra el mural La tierra fecunda. Otras de las obras son: Símbolos del nuevo orden, La tierra dormida, Líderes revolucionarios, Tierra oprimida, Germinación, La mano amistosa y vigilante, y Niña con mazorcas, entre otros.