Brasil rompe con los consensos del Mercosur y da vía libre a Uruguay para negociar acuerdo comercial con China
Ahora le tocó a Brasil sacudir la interna del Mercosur. El gobierno de Jair Bolsonaro anunció que bajará los aranceles a las importaciones, lo que en los hechos perfora el Arancel Externo Común del Mercosur. La decisión fue adoptada de manera unilateral, sin alcanzar los acuerdos que se necesitan con los otros tres socios: Argentina, Paraguay y Uruguay.
El anuncio rompe con los consensos del Mercosur, y deja en una especie de “vía libre” a Uruguay para avanzar en las negociaciones bilaterales con China o con otros países.
Para unos es la “crónica de una muerte anunciada”; para otros no se llega a la tan gastada frase de Gabriel García Márquez, pero sí “es una herida” a la interna del Mercosur. Para el gobierno argentino “no hay sorpresas”, y para Uruguay es una buena noticia.
El funcionamiento del Mercosur está regido por el consenso. No existen decisiones aprobadas por mayoría. Alcanza con que uno de los cuatro países no esté de acuerdo para que una decisión impulsada por los otros tres se caiga.
Esta norma rige para cuando uno de los socios quiere salir a buscar acuerdos comerciales con otro bloque. El ejemplo más claro son las negociaciones con la Unión Europea. Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay lograron consenso para ir por un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Europa.
Pero si un país pretende acordar con otro un TLC debe esperar por el pronunciamiento de los otros tres y que demuestren interés en firmar también. De lo contrario, se plantea la posible “ruptura” a las normas mercosurianas. Sobre esto hay una muestra reciente en la intención de Uruguay de buscar un TLC con China, algo que Argentina ha rechazado.
El consenso rige también cuando se quieren implementar cambios a los aranceles que se les cobran a los productos que ingresan al bloque regional. Para modificarlos debe estar la aprobación de los cuatro países; de lo contrario, se “hiere” la finalidad del Mercosur.
Esto fue lo que pasó ayer cuando la cancillería de Brasil hizo oficial la decisión de reducir unilateralmente 10% en las tarifas del 87% del universo de importaciones que ingresan a su país. El gobierno argumentó su decisión en un tratado previo a la existencia del Mercosur, que se fundó en 1991.
“Las tarifas se reducirán temporal y excepcionalmente hasta el 31 de diciembre de 2022, de conformidad con lo dispuesto en el inciso ‘d’ del artículo 50 del Tratado de Montevideo de 1980 (TM-80), que prevé la posibilidad de adoptar medidas encaminadas a la protección de la vida y la salud de las personas”, argumentó Brasil.
Lo cierto es que el gobierno brasileño buscó el consenso para bajar el Arancel Externo Común y no lo logró. En octubre el canciller argentino Santiago Cafiero, y el brasileño Carlos França acordaron la moción y fueron por el voto de Paraguay y Uruguay. El objetivo era que el anuncio se formalizara en la próxima cumbre de Jefes de Estado fijada para el 16 y 17 de diciembre en Brasilia. Paraguay mostró su apoyo para la baja del arancel, pero Uruguay no.
Incluso el canciller brasileño viajó a Montevideo semanas atrás para reunirse con su par uruguayo, Francisco Bustillo. Allí fue que primó una de las máximas centrales para gobernar: a dificultades técnicas, soluciones políticas. Y eso fue lo que decidió Bolsonaro: la tranca “técnica” al no conseguir el consenso, la superó con la decisión política de avanzar sin el apoyo de Uruguay.
Esto no es algo que preocupe al gobierno uruguayo, ya que el interés central de Lacalle Pou es avanzar en el TLC con China. Por el contrario, la decisión política de Brasil sienta precedente y es “una carta” que podrán jugar las autoridades uruguayas cuando se señale a Uruguay de “romper con el Mercosur”. La lógica pasa a ser: si Brasil rompió el consenso con el arancel, Uruguay puede negociar por su cuenta con otros Estados.
Esa idea está en la esencia del comunicado que la cancillería uruguaya emitió ayer. “La decisión de Brasil se entiende en el marco del estado actual del Mercosur en tanto Zona de Libre Comercio imperfecta. Lo comunicado por el Gobierno de Brasil refleja la necesidad de modernizar y sincerar el Mercosur, como forma de lograr una mejor apertura e inserción internacional”, dice el documento.
Para el legislador del Frente Amplio Daniel Caggiani, quien ha trabajado los temas de política internacional, el anuncio de Brasil es “la crónica de una muerte anunciada”.
“Tres socios del Mercosur habían acordado. Uruguay cambió la posición sobre el arancel, y termina sucediendo lo que no es bueno para el bloque regional: una decisión unilateral de Brasil”, dijo Caggiani, quien criticó la estrategia política del gobierno de Lacalle.
Para el doctor en Relaciones Internacionales Ignacio Bartesaghi, la decisión de Brasil confirma el espíritu de unilateralidad que refleja la situación del Mercosur. “Nos habilita claramente a seguir adelante con la flexibilización y el acuerdo con China. Porque si no vamos a esperar el consenso para las definiciones básicas del Mercosur como es el Arancel Externo Común, bueno, es el camino para un retroceso hacia lo que hemos buscado de un Mercosur más flexible y unilateral”, dijo a El País.
El gobierno argentino no se pronunció oficialmente sobre la decisión. Fuentes vinculadas a la cancillería comentaron que el anuncio no los tomó “por sorpresa” ni tampoco prevén que sea perjudicial para los intereses argentinos. Por el contrario, comentaron que va en línea con lo negociado entre Argentina y Brasil.
Viaje a Brasilia
El presidente Luis Lacalle Pou, el canciller Francisco Bustillo, y la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, viajarán a Brasil los días 16 y 17 de diciembre para participar de su primera Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur de manera presencial. El presidente Jair Bolsonaro pasará el mando de la presidencia pro tempore al argentino Alberto Fernández. La expectativa sobre la cumbre está centrada en las tensiones políticas que se han suscitado en el correr de este 2021.
Uruguay avanza en el TLC asiático
En setiembre el presidente Luis Lacalle Pou anunció el inicio de las conversaciones formales para analizar la viabilidad de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. El jefe de Estado informó en conferencia de prensa que el objetivo del gobierno asiático era completar un estudio de factibilidad antes de fin de año.
“Apreciamos altamente y acogemos la propuesta de la parte uruguaya de iniciar las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre los dos países”, dice la carta que recibió Uruguay en setiembre.
Para eso las autoridades del gobierno local avanzaron en el intercambio de información.
El Estado uruguayo ya recibió las listas de referencias con consultas específicas sobre los diferentes puntos a incluir en un posible acuerdo comercial, y también se enviaron a China los documentos con las consultas uruguayas.
Ambas delegaciones trabajan en completar la información para culminar luego el estudio de factibilidad.
El paso a paso en la interna del bloque.
El presidente Lacalle Pou sacudió la interna del Mercosur en el aniversario del 26 de marzo de 2021, cuando pidió “flexibilizar el Mercosur” para evitar que se convierta en un “lastre”. El episodio marcó el inicio de un clima de alta tensión política con el gobierno argentino que lidera Alberto Fernández.
La negativa de los socios del Mercosur, en especial la posición de Argentina, llevó a las autoridades uruguayas a tomar la decisión de no esperar más tiempo y salir a buscar acuerdos comerciales con China de forma unilateral. Lacalle inició formalmente las conversaciones con el chino Xi Jinping para analizar un TLC entre ambos países.
El nuevo canciller argentino Santiago Cafiero viajó a Brasil el 8 de octubre para reunirse con el canciller brasileño Carlos França, y juntos anunciaron un acuerdo para bajar en 10% el Arancel Externo Común. La decisión de los dos grandes del Mercosur fue acordada bilateralmente sin el consenso de los otros socios.
El anuncio de Brasil y Argentina necesitaba el consenso de Uruguay y Paraguay. Lacalle Pou estaba de acuerdo en la reducción del arancel, si se aprobaba en un paquete global con la “flexibilización” del bloque para negociar de forma bilateral con otros países, sin la necesidad de esperar por la aprobación de los cuatro socios.
Jair Bolsonaro decidió no esperar por acordar el consenso interno del Mercosur y anunció de forma unilateral la baja de los aranceles a las importaciones de Brasil, lo que termina impactando en el Arancel Externo Común del bloque. Las tarifas se reducirán excepcionalmente hasta el 31 de diciembre de 2022.