Extractivismo. El Gobierno y los CEO de la minera Eramet acordaron construir una planta de …
Casa Rosada informó este martes que Alberto Fernández recibió en su despacho a las autoridades del grupo minero francés Eramet, quienes acordaron una inversión de 400 millones de dólares, para retomar la construcción de una planta de litio en la provincia de Salta.
Las fuentes oficiales indican que generaría «más de 2.000 puestos de trabajo, en el marco del programa que lleva adelante el Gobierno nacional para el desarrollo de la explotación y la industrialización de ese mineral».
Lo que queda afuera de la comunicación oficial, son las consecuencias que ya está generando la extracción de este y otros minerales, sobre un recurso vital como lo es el agua. La minera francesa se suma a otras multinacionales -yankies, alemanas, canadienses, chinas- que vienen expoliando los recursos naturales, con graves consecuencias de impacto ambiental: entre ellas, dejar sin agua a ciudades enteras durante días o semanas. Motivo por el cual se vienen movilizando pueblos enteros en Mendoza, Chubut y Jujuy, entre otras provincias, también entrelazado a las demandas de pueblos originarios.
El Gobierno se sumó a la retórica del green washing capitalista en la COP26. Allí Alberto Fernández habló de canjear deuda externa por «acción climática», frente al presidente norteamericano Joe Biden. Pero en los hechos, se somete al imperialismo con los pagos de la fraudulenta deuda con el FMI; y garantiza que multinacionales y companías extranjeras continúen con la destrucción del medioamente, explotando los recursos del territorio nacional y de los territorios ancestrales indígenas.
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Para una verdadera «transición energética» es necesario plantear la nacionalización de todos los recursos naturales, como el litio y los demás minerales. Y que su explotación esté bajo control de trabajadores mineros, junto a las comunidades, también originarias, y los movimientos ambientalistas. Con un desconocimiento soberano de la deuda externa, se podría invertir en una transición energética y agroecológica, para avanzar en producir en equilibrio con la naturaleza. A esto apuesta el Frente de Izquierda Unidad, como un plan de conjunto. La encrucijada sigue siendo: ¡El capitalismo y sus gobiernos destruyen el planeta, destruyamos el capitalismo!