Empresas esperan que Brasil cambie su postura climática – San Diego Union-Tribune en Español
Poderosas empresas están exhortando al presidente brasileño Jair Bolsonaro a dejar de lado en la cumbre climática de este año la añeja resistencia de su país en temas cruciales, alegando que Brasil no puede darse el lujo de desaprovechar el uso de su enorme riqueza natural en el combate al calentamiento global.
El Consejo Empresarial Brasileño para el Desarrollo Sostenible, que dice representar a las compañías responsables de casi la mitad de la economía nacional del país, ha hecho un llamado al gobierno a que frene la tala ilegal y relaje su estricta postura sobre los mercados de carbono.
Dichos intentos, similares a las exigencias de inversionistas internacionales y legisladores estadounidenses, parecen estar dando frutos.
La semana pasada, Brasil sorprendió a los expertos al sumarse a un compromiso internacional para frenar y revertir la deforestación para el año 2030. Y se tiene previsto que el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Joaquim Leite, presente el miércoles una nueva postura nacional en cuanto a los mercados de carbono que podría terminar con un prolongado estancamiento en ese asunto.
“Tenemos indicios positivos de parte del gobierno”, dijo Marina Grossi, presidenta del grupo empresarial conocido por sus iniciales en portugués CEBDS, que incluye a las gigantes mineras Anglo American y Vale, y a las petroleras Petrobras y Shell.
Grossi señaló que el sector privado de Brasil cree que el país puede alcanzar su objetivo de reducir emisiones a cero para el año 2050 — una fecha que originalmente había sido establecida para 2060 — al proteger la Amazonía, que absorbe cantidades enormes de carbono.
“Es una gran oportunidad”, le dijo a The Associated Press en una entrevista el martes. “El tema más evidente es la tala ilegal”.
El gobierno brasileño ha puesto poca atención a exigencias similares de grupos ambientalistas. Pero Grossi señaló que las grandes empresas podrían estar en una mejor posición para obtener un triunfo ante el gobierno derechista de Bolsonaro, que se enfrenta a elecciones el próximo año.
“El sector privado decía que es algo bueno para los negocios, no es algo ideológico”, afirmó Grossi.
Además de poder impulsar sus labores de reducción de emisiones salvando la Amazonía, Brasil podría beneficiarse enormemente si los países que acuden a la cumbre climática de este año llegan a un acuerdo en la cuestión de los mercados de carbono. Conocido como “Artículo 6”, los intentos por resolver el asunto han eludido a los negociadores durante años, pero los funcionarios se encuentran optimistas de que pueda lograrse un avance sustancial en Glasgow.
Brasil posiblemente tendría que ceder terreno en sus exigencias de aferrarse a los cuestionables créditos de carbono que acumuló en un acuerdo previo. Pero un pacto que establezca reglas estrictas para los mercados de carbono podría convertir al país sudamericano en uno de los principales destinos futuros para naciones y compañías que busquen compensar sus excesos de emisiones.
Existen señales de que el gobierno brasileño renunciará a sus antiguos créditos de carbono. Un ministro y un asesor del ministerio del Medio Ambiente involucrados en las negociaciones en Glasgow le dijeron a la AP que ya tomó la decisión de hacerlo. Brasil probablemente buscará sacar provecho a su decisión de renunciar a los créditos para obtener beneficios, señalaron las dos personas, quienes hablaron bajo condición de guardar el anonimato debido a que las negociaciones continúan.
Durante su participación en una mesa redonda, el ministro Leite resaltó la necesidad de que los países en desarrollo reciban los más de 100.000 millones de dólares en apoyo financiero que prometieron las naciones más ricas para ayudar a concretar una transición verde a nivel mundial.
“Hace unos días, un banco publicó un estudio en el que se hablaba de 5 billones de dólares al año, de fondos públicos y privados”, dijo Leite, añadiendo que Brasil necesita tener políticas claras e incentivos para fomentar el desarrollo verde.
Sin embargo, algunos inversionistas continúan escépticos de si el gobierno brasileño actual modificará su postura en torno a la deforestación, el cambio climático y los derechos de los pueblos indígenas.
Kiran Aziz, director de inversiones responsables en el fondo de pensiones más importante de Noruega, KLP, indicó que había indicios de que “se están esgrimiendo cortinas de humo en lugar de medidas genuinas para combatir la deforestación, el rastreo de las cadenas de suministro y promover agricultura sustentable que protege los derechos de las comunidades locales.
“Como inversionista global, tenemos que ser honestos y abiertos de que el presidente está repeliendo la inversión extranjera debido al camino que sigue hacia la destrucción de sus bosques”, aseguró Aziz. “Diga lo que diga el ministro de Medio Ambiente Leite, el que toma las decisiones es Bolsonaro”.
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Álvares reportó desde Brasilia.