Medio Ambiente investiga el vertido de purines de Goroy | Canarias7
Los agentes de Medio Ambiente del Cabildo constatan la existencia del vertido y trabajan para comprobar si está dentro de los parámetros de la autorización ambiental integrada de la que dispone la granja porcina
Los agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura han comprobado la existencia del vertido de purines en las inmediaciones de la granja porcina del barranco de Goroy, en el municipio de Puerto del Rosario. Ahora mismo, han puesto en marcha diligencias y trabajan para comprobar que los parámetros de este vertido están acordes a la autorización ambiental estratégica de la que dispone esta infraestructura y que emite el Gobierno de Canarias.
Desde la subida a la cueva de Goroy, un grupo de senderistas avistó y captó el pasado 7 de noviembre la imagen donde puede verse un vertido de purines procedente de la cercana granja.
Este verano, la Compañía Canaria de Piensos SA (Capisa), empresa propietaria de la instalación ganadera, presentó el anteproyecto de ampliación ante el Ayuntamiento para doblar su capacidad, pasando de las 500 madres de ahora a mil reproductoras. La granja, que se localiza en cuenta con la autorización ambiental estratégica concedida por el Gobierno de Canarias, pero no con el permiso de vertidos que emite del Consejo Insular de Aguas (CIA), matizó entonces David de Vera, consejero de Aguas del Cabildo y responsable del Consejo Insular de Aguas . «Este consejo se ocupa de la parte de gestión de residuos, para lo hemos levantado un acta de inspección en la granja y estamos pendientes de un informe que elevaremos al Ejecutivo canario».
Requerimiento del CIA
Tampoco tiene autorización en el Consejo Insular de Aguas para los aspersores usados para la depuración de los purines y que se localizan en la falda del norte de Goroy, confirma David de Vera, que matiza que pueden estar amparados por la autorización ambiental estratégica emitida por el Ejecutivo, por lo que el Consejo Insular de Aguas ha requerido a la empresa información sobre los vertidos y los citados aspersores.
Hace cinco años, el 14 de junio de 2016, la Audiencia dictó -de conformidad por las partes- la primera condena por delito ecológico que hasta ese momento hubiera constancia y lo hizo contra el exgerente de esta granja por el vertido ilegal de excrementos de cerdo, o purines, el 9 de enero de 2008 al barranco de Goroy. El entonces responsable de la granja de cerdos aceptó seis meses de cárcel, multa de 9.000 euros y un año de inhabilitación para trabajar con ganado.
En enero de 2008, el purín líquido y las lluvias de ese invierno en Fuerteventura anegaron el terreno y formaron una charca a los pies del norte de Goroy, que empezó al filtrar hacia el barranco, «poniendo en riesgo los sistemas naturales de la zona», según la sentencia.