Elden Ring podría ser justo lo que necesitaba la saga de juegos Souls
Aunque los estudios de From Software existen desde finales de la década de los 80, no fue sino hasta el año 2011 con la llegada del mítico Dark Souls que la mayoría de jugadores en el mundo lo conoció. Sí, incluso después de la llegada de Demon’s Souls, primer juego en este estilo conocido como “Soulslike” o “Soulsborne” que se convirtió en un subgénero en la industria de los videojuegos.
Los Soulslike son títulos que, en esencia, se basan en ofrecer una serie de dificultades y retos al jugador en un mundo que sencillamente está en su contra. Con perseverancia, paciencia y aprendiendo de sus errores, es posible superarlo. Su combate es duro, y es muy fácil “morir” en el juego. La fórmula se convierte en avanzar, morir, repetir, mientras vamos aprendiendo de nuestros errores y conociendo a nuestro entorno y nuestros enemigos.
Esa es la fórmula que ha empleado From Software en Demon’s Souls, en los distintos Dark Souls, en el genial Bloodborne y en Sekiro, su juego más exigente hasta la fecha. Pero aunque todos los Soulslike son en esencia, similares, modifican tanto las mecánicas como la jugabilidad de forma que todos se sienten diferentes. Bloodborne te obliga a ser más agresivo, Demon’s Souls te invita a ser más cauteloso y Sekiro… bueno, entre varias cosas Sekiro pone muy a prueba tu paciencia.
¿Qué hace diferente Elden Ring?
En mis aproximadamente 7 horas en Elden Ring encontré un juego que, de nuevo, se siente como un Souls, pero no es un Souls. De hecho, es realmente distinto, gracias a su mundo abierto y la serie de mecánicas que han empleado basándose en gran parte en esta fórmula.
Los juegos de mundo abierto no son nada nuevo, llevan décadas existiendo, pero aplicar un mundo abierto a un Souls del modo que lo hace Elden Ring logra un resultado muy satisfactorio. El tiznado, como se le conoce a nuestro personaje, está explorando un mundo enorme en la búsqueda de obtener diferentes fragmentos de un anillo. Los motivos de esa búsqueda los podemos conversar en otra ocasión, específicamente, cuando salga el juego a la venta en febrero de 2022. Mientras tanto, solo hace falta saber que la historia base del juego fue creada por George R.R. Martin, y Hidetaka Miyazaki junto con su equipo en From Software la han expandido.
Elden Ring es más narrativo, los diálogos son más detallados, los eventos de lo que ha sucedido en este mundo son un poco más claros. No mucho, que sigue siendo un juego de FromSoft, pero sí se entiende que ahí hay una historia, un pasado y nos lo presentan como uno de los atractivos del juego.
En cuanto a la jugabilidad, volvemos a esos cambios y ajustes que hacen en las mecánicas para que se sientan lo suficientemente distintos en comparación a los otros juegos del estudio. Por ejemplo, es común en un Souls recorrer el mapa con mucha cautela y el escudo siempre arriba, “por si acaso”. En Bloodborne esto era un error, en Sekiro también era un error. En Elden Ring, en cambio, es una opción. Porque lo más notorio de este juego hasta ahora es lo importante e interesante que es el uso de la magia en el combate.
Los hechizos y conjuros mágicos pueden hacer mucho daño, muchísimo. Lo suficiente como para que no sea descabellado crear un personaje centrado en la magia y utilizar solo este tipo de ataques en todo el juego, o al menos esa es la impresión que me ha dado. Recordemos, solo he jugado una beta, pero claramente el juego te da muchas alternativas para elegir cómo jugarlo.
El mapa es enorme y es un mundo triste y precioso, está lleno de enemigos de todo tipo que aparecen aleatoriamente, desde un par de soldados que puedes derrotar con solo un par de ataques, hasta grupos de 10 o más soldados que te harán pasar un mal rato, o un dragón poderoso que aparece sin previo aviso y te mata de un solo alarido en llamas. Además, más allá de los castillos y calabozos principales del juego, en cualquier rincón te puedes encontrar una pequeña entrada a una cueva, o unas ruinas, que desembocan en un calabozo lleno de enemigos y recompensas para mejorar tu personaje.
Podría decir mucho más acerca de esta primera experiencia con Elden Ring, pero concluiré diciendo que, tras mis apenas 7 horas en el juego, quedé con ganas de más. Mucho más. Elden Ring se siente como un juego de From Software, con su dificultad, con la tensión que nos genera mientras viajamos de un lugar seguro a otro, y con jefes finales enormes, imponentes y muy poderosos. Pero al mismo tiempo varía la fórmula lo suficiente como para que haya sentido que estaba experimentando algo que si bien es familiar, también es algo nuevo. Promete ser la evolución de los Souls que hemos conocido.
Por supuesto, cuando me quedé atorado en un jefe, no dudé en llamar a algún jugador aleatorio que quisiera ayudarme en el combate. LordKrat0s1986, no sé si leerás esto, pero nunca olvidaré tu ayuda en la batalla contra ese bicho horrible.