Alto precio de alimentos amenaza a los hogares colombianos
En lo corrido de este año, los comestibles acumulan un alza de 14,85 % y no tocan techo.
Cubrir la canasta básica en Colombia cada vez está demandando una mayor porción del salario pues los alimentos están por las nubes. Especialmente, aquellos que no pueden sustiuirse fácilmente como los huevos y el pan.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado del 4 de diciembre, el costo de vida creció 0,50 % en noviembre. Y en el año corrido, ya aumentó hasta 4,86 % y está por encima de la meta del Banco de la República.
En el undécimo mes, el grupo de los comestibles subió 1,45 %, mientras que en octubre su alza había sido de 0,89 %; siendo la división de gasto que más incidió en el alza del IPC, que mide el costo de vida, llamado técnicamente inflación..
Esa carestía —tal como se había mencionado— obedece al valor actual de los huevos, el pan, la leche, la carne de res y la papa (ver gráfico).
Cuello de botella
Si es usted de las personas que siente que el dinero le rinde menos al momento de hacer mercado debe entender este contexto: hay una crisis en los puertos del mundo que le está golpeando el bolsillo.
Todo se debe a la parálisis mundial de 2020 por culpa de la covid-19, que ha dejado varias secuelas. Una de ellas tiene que ver con el aumento de las tarifas para importar mercancía, ¿por qué? Porque hay una escasez generalizada de contenedores en todo el globo.
Debido a ello, los comerciantes deben aguardar más tiempo para despachar sus cargas. En consecuencia, según la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), un viaje que antes costaba 2.000 dólares, ahora puede valer hasta 25.000 dólares.
Se preguntará qué tiene que ver todo esto con los precios actuales en Colombia, y la respuesta a esa inquietud es: ¡todo!
Producir frutas, vegetales y carne implica importar una considerable cantidad de agroinsumos. Entonces, si al agricultor le incrementan los precios de las materias primas y del transporte, se ve obligado a trasladarle parte de ese costo al comprador final.
A esto hay que sumarle que el precio del dólar ha tocado máximos históricos este año. Por ende, comprar los fertilizantes y los pesticidas está saliendo más caro, toda vez que a los socios internacionales se les debe pagar en moneda estadounidense.
Así mismo, el alimento para la cría de reses está demandando un mayor gasto; lo que, entre otras cosas, ha ocasionado que el valor de esta carne, en lo corrido del año, haya incrementado un 30,62 %.
Con este preámbulo, vale precisar que el grupo de los alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo la máxima contribución (0,25 %) sobre el total del IPC para el noviembre. Y su incidencia es tanta que, según Juan Daniel Oviedo, director del Dane, sin contar el aumento de los víveres, la variación total mensual del indicador hubiese sido de 0,30 %.
Inclusive, el director apuntó que el valor de los comestibles también presionó los precios en los restaurantes.
“La comida por fuera del hogar está generando una presión inflacionaria muy importante. Vemos que esa división de gasto, en donde el componente más importante es el corrientazo (menú tipo casero), está teniendo una variación mensual del 0,93 %”, subrayó Oviedo.
Esta variación en las tarifas de los restaurantes deja ver un aumento casi del doble con respecto a octubre, cuando se reportó un alza de 0,53 %.
Frente a esta situación, entidades multilaterales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ya advierten sus eventuales riesgos para la recuperación tras la crisis causada por la pandemia