TLC con China: la visión de los empresarios industriales y el gobierno
«Mantener a los soldados de pie”. Ese es el principal objetivo que perseguirá la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) ante un posible Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Uruguay y China. La gremial industrial buscará por un lado, impulsar a los sectores productivos a que puedan encontrar oportunidades de mayor desarrollo económico junto con el gigante asiático, y por otro lado, intentará ayudar a los sectores más sensibles que podrían verse damnificados ante una mayor apertura comercial.
Así lo afirmó ayer el presidente de la gremial, Alfredo Antía luego de una reunión en la que la CIU le presentó a diversas autoridades del Poder Ejecutivo un análisis detallado del sector industrial, con el que busca contribuir al estudio de prefactibilidad que realiza el gobierno sobre un eventual TLC con el gigante asiático y el potencial inicio de las negociaciones.
El pasado 7 de septiembre el presidente Luis Lacalle Pou informó sobre una carta que China envió a Uruguay en la que expresaba la voluntad de poder llegar a un estudio de factibilidad antes de fin de año. Desde el gobierno confirmaron ayer que se está trabajando a buen ritmo por lo que está previsto poder cumplir con ese plazo.
De la reunión participó el secretario y prosecretario de Presidencia, Álvaro Delgado y Rodrigo Ferrés, respectivamente; el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini y el subsecretario Walter Verri; la directora nacional de Industrias, Susana Pecoy; la directora de Política Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Marcela Bensión; el director de la Asesoría de Política Comercial del MEF, Juan Labraga; el coordinador del grupo de negociadores que formó el gobierno para negociar con China, el diplomático Fernando López Fabregat; el economista chileno y experto en comercio internacional -contratado por la CIU para la elaboración del estudio-, Andrés Rebolledo y otras autoridades del equipo de la gremial industrial.
“Probablemente haya sectores que se vean perjudicados y seguramente va a haber herramientas de políticas públicas tanto para las empresas como para los trabajadores. Este es un camino que hay que recorrer: identificar claramente de qué modo podemos mantener a los soldados y al comercio de pie”, indicó el presidente de la CIU.
Entre las principales conclusiones a las que arribó el informe de la CIU -tras más de un mes y medio de trabajo con las diferentes gremiales que integran la cámara-, se destacó que la mayoría de los sectores productivos indicaron que el TLC con China “sería beneficioso para Uruguay” aunque “existen visiones e intereses muy dispares” en relación a cuáles podrían ser los impactos de ese acuerdo.
A partir de una encuesta realizada a los integrantes de la CIU, quedó reflejado que el 29% visualiza como “positivo” el impacto en su empresa de un posible TLC con China, el 13% lo ve como “muy positivo”, mientras que el 28% tiene una posición “neutral”, el 17% tiene una visión “negativa”, el 10% tiene una opinión “muy negativa” y el 3% restante “no sabe o no contesta”.
El informe de la gremial señaló que si bien hay sectores que “tienen claros intereses ofensivos” y ven en el TLC “una gran oportunidad para expandir sus exportaciones”, por otra parte, hay otros rubros que “manifestaron una alta sensibilidad frente a una mayor apertura” a los productos del gigante asiático. Entre las principales inquietudes reflejadas por los empresarios industriales, se destacó la incertidumbre en relación a lo que pueda ocurrir en el ámbito del Mercosur -tras la decisión de Uruguay de avanzar en negociaciones comerciales de forma bilateral-, dado que este bloque es el “destino principal de lo producido por la industria manufacturera”.
Según explicó el economista chileno Andrés Rebolledo -encargado de liderar las negociaciones del TLC entre su país y China hace 15 años-, un tratado comercial de este tipo con el gigante asiático es un “instrumento” que permite “abrir mercados” y hacer “más competitivas a las economías”, pero advirtió que “requieren de un apoyo en paralelo de los gobiernos” para que los sectores productivos “se hagan más competitivos”.
En este sentido, el asesor contratado por la CIU dijo que Uruguay debería preparar un plan para mejorar la competitividad de la industria exportadora del país y aprovechar esta oportunidad para abordar los desafíos pendientes en términos de costos energéticos, logísticos, entre otros.
Tanto Chile como Uruguay “son países pequeños que requieren internacionalizarse, expandir su fuerza productiva más allá de nuestros mercados domésticos. Es ahí donde uno puede crecer y por eso creo que un acuerdo con China es una oportunidad para lograrlo”, dijo Andrés Rebolledo, el economista chileno contratado por la CIU.
Asimismo, afirmó que si Uruguay comienza un proceso de negociación con China eso le daría “un atractivo adicional” al país respecto a otros socios que deberá “ser aprovechado” para lograr una “profundización adicional en negociaciones con otros socios comerciales”.
En el contexto del Mercosur, “creo que (un acuerdo con China) sería una señal interesante a la interna de sus sectores productivos, pero también es una señal a la comunidad internacional que podría rendir y dar rédito para poder abrir otros mercados en el futuro”, afirmó Rebolledo.
Paganini: “Se está avanzando a muy buen ritmo”
Estudio de factibilidad podría concretarse a fines de este año
El ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini afirmó ayer a la salida de la reunión que se llevó adelante entre autoridades de gobierno y la Cámara de Industrias (CIU), que esperan poder cumplir con los plazos previstos para la entrega del estudio de prefactibilidad de un posible Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Uruguay y China.
“Uruguay viene avanzando a muy buen ritmo y probablemente se cumpla con el plazo de entregar las propuestas uruguayas ahora mismo y antes de fin de año tal vez, si las cosas con China avanzan al ritmo que se prevé, se tenga esa prefactibilidad”, indicó Paganini y señaló que si no se llega a fines de año “va a haber alguna demora” pero dijo que esta sería “mínima”. “Venimos bien. Esta es la primera etapa, después se entra en la etapa de negociación que puede demorar más”, afirmó el jerarca.
Al ser consultado respecto a cómo puede impactar en el Mercosur la decisión de Uruguay de avanzar de forma bilateral en un TLC con el gigante asiático, Paganini dijo que hoy “Uruguay está avanzando” y que se “está en diálogo con los integrantes del Mercosur al respecto con nuestro planteo de flexibilización”. Sobre potenciales problemas que puedan surgir a la interna del bloque, el ministro prefirió no responder: “Hay que contestar esas preguntas cuando se plantean los problemas y no antes de tiempo”.
Empresarios, experto y gobierno
“Quedamos muy bien impresionados por la profundidad del trabajo y la celeridad con la que la Cámara de Industrias encaró el tema (…) Nos vamos formando una posición que aporta al equipo de negociación que tiene el gobierno con China sobre todo este proceso”.
Presidente cámara de industrias
Empresas y trabajadores “se deben preparar para un mundo de competencia. Es la mayor oportunidad y desafío: que la comunidad y el gobierno comprendan que hay una jugada que va a largo plazo a poner al país en la escena internacional de la competencia”.
Economista chileno, asesor ciu
Esta potencial negociación “es una oportunidad para Uruguay y es una señal interesante desde la perspectiva de lo que significa la posibilidad de que Uruguay no solo negocie con China, sino que eventualmente en el futuro lo haga con algún otro socio”.
Las claves del documento
Ganancias potenciales de un tlc
El informe de la gremial señaló que entre las ganancias potenciales de un TLC entre ambos países se relevaron: una rebaja arancelaria y cuotas para la exportación de bienes agroindustriales con alta recepción china, equilibrando las condiciones de competencia con países como Nueva Zelanda y Australia; diversificación de la oferta exportable y promoción de agregación de valor en el país; eliminación del arancel de materias primas e insumos intermedios lo que facilita a los negocios; incremento de las inversiones chinas en el país y posicionamiento de Uruguay en el radar de otros posibles socios comerciales. Algunos productos que se podrían ver beneficiados son los cárnicos, lácteos, vinos, lana, entre otros.
Amenazas potenciales en el sector
Algunas de las posibles amenazas y sensibilidades un TLC con China -relevadas por el informe de la CIU- tienen que ver con: un posible cambio de foco de la corriente exportadora y una alta dependencia del gigante asiático; temor a represalias aplicadas por los socios del Mercosur; una asimetría en la competencia con China ya que Uruguay dispone de estándares ambientales, laborales, entre otros, que son más exigentes; dificultades internas de Uruguay en materia de competitividad; ingreso masivo al país de productos terminados a menor precio poniendo en riesgo la producción nacional; una barrera cultural asociada a la comprensión idiomática así como una difícil generación de contactos confiables.
¿Cuáles son los intereses en juego?
De acuerdo con el informe, hay cuatro principales intereses que hacen que China busque negociar un TLC con Uruguay. El primero refiere a una estrategia geopolítica dado que sería el primer acuerdo con algún país del Mercosur y “avanzar más rápido en términos comparativos con su gran competidor mundial que es Estados Unidos”. El segundo refiere a un interés económico de mejorar las condiciones para invertir y comerciar. El tercero tiene que ver con un interés logístico dado que Uruguay tiene las condiciones para transformarse en el largo plazo en el hub de gran parte de la región; y el cuarto refiere al interés comercial de abaratar sus compras de alimentos y materias primas.