El INE eleva en seis décimas el alza del PIB del tercer trimestre, hasta el 2,6%
La volatilidad sigue marcando la evolución de las cifras de PIB en España. Después de que el 29 de octubre el INE aplicara una revisión sin precedentes, de dos puntos porcentuales, a los datos del segundo trimestre (que pasaron de un crecimiento del 3,1% al 1,1, ahora revisado hasta el 1,2%) y calculara un avance del PIB del 2% en el tercero, hoy el mismo organismo ha recalculado hasta el 2,6% el crecimiento entre junio y septiembre, seis décimas.
La revisión al alza del tercer trimestre conocida este jueves se produce después de que hace unas semanas el organismo se reuniera con un grupo extenso de analistas a los que trasladó que algunos indicadores que utilizó para su avance de datos del tercer trimestre se han comportado mejor de lo estimado inicialmente. El avance del PIB del tercer trimestre que difundió Estadística a finales de octubre se elaboró con datos, en la mayoría de los casos, que llegaban hasta el segundo mes del trimestre (agosto). en el análisis de las revisiones observadas sobre los resultados avanzados se ha de tener presente la dificultad inherente a la medición estadística en un periodo de cambios de coyuntura de la actividad económica tan bruscos como los vividos en los últimos trimestres», añade el INE.
En todo caso, las cifras presentan un crecimiento de la economía en términos interanuales del 3,4%, 1,1 puntos por debajo de la proyección del Banco de España para el conjunto del año. Pero, dado que la economía se estancó en el cierre de 2020, es muy probable que el crecimiento para 2021 alcance este nivel, y podría acercarse al 5% salvo una caída notable de la actividad.
En la revisión de los datos está jugando un papel clave el consumo de las familias. Este apartado ya provocó la revisión del PIB del segundo trimestre, y ha vuelto a ser revisado en el tercero, si bien esta vez al alza. Los hogares han pasado de aumentar su gasto a un ritmo del 5% intertrimestral a un 1%. Pero antes, en la estimación de octubre, este dato arrojaba una caída del 0,5%. En términos interanuales las familias han consumido un 2,7% más que el verano de 2020.
De todos modos, el frenazo del consumo privado se ha visto compensado la inversión y, especialmente, con con una mejor aportación del sector exterior. Las exportaciones aumentan un 7,1% sobre el trimestre anterior mientras las importaciones lo hacen a un ritmo del 2,2%. En este apartado se incluye el balance de la temporada turística: las exportaciones de servicios crecen un 42% sobre el año pasado y el gasto de extranjeros en España, el 142%. Así, las exportaciones mejoran un 14,8% en términos interanuales.
La inversión, por su parte, pasa de caer el 3,2% trimestral a crecer el 1,2%. La inversión de capital fijo (bienes de equipo) crece el 3,7%, pero la inversión en vivienda cae levemente, balance que es similar en términos interanuales (-6,7% la vivienda, +6,1% la inversión). La demanda nacional, en todo caso, crece a un ritmo notablemente inferior al PIB; apenas un 1,1% trimestral. En términos interanuales la demanda doméstica aporta 2,5 puntos al PIB y la exterior, 0,9.
Avance del comercio
Por apartados de actividad, destaca la mejora del comercio y la hostelería, los dos sectores más castigados por la pandemia y que presentan una subida del 11,8% en términos intertrimestrales, La cifra es el mejor dato desde la desescalada en la primavera de 2020 y llega después del pinchazo del segundo trimestre de 2021 (-0,2%). La recuperación de una relativa normalidad este verano, ligada a la campaña de vacunación, ha dado aire al sector, por más que las familias hayan gastado menos de lo que se proyectaba inicialmente. También crecen con fuerza las actividades artísticas y recreativas (9,9%).
La industria y la construcción también aceleran, hasta crecer un 3,1% y un 2%, respectivamente, si bien la agriculura presenta un decremento de la actividad del 4,7%.
El empleo, mientras, arroja un notable frenazo a las horas efectivamente trabajadas, medición más recomendable en un contexto de ERTEs y parones de actividad. El tiempo trabajado apenas aumenta en términos trimestrales un 0,3%, 3,7 puntos menos que el trimestre anterior. En este apartado pueden impactar los problemas de suministro: de hecho las horas trabajadas en la industria bajan un 2,4% sobre el trimestre anterior. En los servicios por el contrario, crecen el 4,7%, gracias a la recuperación de actividad.
Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo , definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada en puestos de trabajo a tiempo completo, aumentan un 3,9% respecto al trimestre anterior. Esta variación se explica por el efecto combinado de la variación de las horas trabajadas y la reducción de la jornada media en puestos de trabajo a tiempo completo. En términos interanuales, el empleo presenta un crecimiento del 6,2%, inferior en 12,7 puntos al registrado en el trimestre precedente, lo que supone un incremento de 1,07 millones de empleos equivalentes a tiempo completo en un año. Los datos son algo mejores que los arrojados por la EPA de este mismo trimestre, que estimaba un aumento del empleo del 2% intertrimestral y del 4,5% interanual.
El alza del empleo permite que la remuneración de los asalariados crezca un 6,1% sobre el trimestre anterior, si bien ello se debe al aumento del número; la remuneración media cae el 0,3%.
En cuanto a la productividad el balance depende, así, del cálculo de las horas trabajadas; mientras la productividad por trabajador arroja un preocupante descenso del 2,6% sobre el año pasado, si se tiene en cuenta el tiempo de trabajo la productividad es estable y aumenta un 0,1%. Las empresas, mientras, apenas aumentan su excedente de explotación sobre el año pasado (+0,3%).