Aceite, tortillas y carne de res, los alimentos que más se encarecieron en 2021 | Arena Pública
La mayoría de los alimentos llegan a 2022 con fuertes alzas de precios que, incluso, en algunos casos fue de doble dígito.
Entre los alimentos que más subieron su precio están el aceite y las grasas vegetales (37.12%), las tortillas de maíz (17.1%) y la carnes, particularmente la de res (15%); los tres forman parte de la canasta básica alimenticia que, en conjunto, se ha encarecido 8.82% interanual durante este año, su mayor incremento desde 2017.
De acuerdo al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) hasta la 1ra quincena de diciembre las mercancías alimenticias procesadas lideraron el alza de precios en 2021, entre los bienes que forman parte de la llamada inflación subyacente o básica. Su incremento, en términos anuales, fue de 12.64% respecto al mismo periodo del año anterior.
El aceite ha destacado por lo agresivo de sus incrementos, pues de quincena a quincena, este insumo básico ha llegado a crecer hasta 3.0% entre la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre, manteniendo un promedio de incremento mensual de 1.32% durante todo el año, es decir más de cuatro veces el ritmo de la inflación general, y ello, adicional a lo que subió de forma acumulada en 2020 (14.5%).
A diferencia del aceite, tanto las tortillas como la res, han subido de precio de manera más paulatina y lenta con incrementos mensuales promedio de 0.66% y 0.58% respectivamente, aunque su comportamiento con el paso de los meses ha sido muy distinto entre sí.
El precio de la tortilla repuntó entre febrero y agosto, periodo en el que creció 17.4%, mientras que en los meses siguientes se estabilizó subiendo solo 2.14% en un plazo de tiempo prácticamente igual.
Gráfico: Elaboración propia con datos del Inegi.
Esta estabilización ha sido concordante con la baja en los precios internacionales del grano reportada por la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Cultura (FAO) que identificó el fin de las presiones luego de que comenzaron a resurtirse los inventarios gracias a las nuevas cosechas.
Pero a diferencia de la tortilla, ni la carnes de res ni el aceite han detenido su rápido y constante encarecimiento, también intensificado desde principios del 2021, alcanzando su tendencia más pronunciada desde 2013 y 2008 respectivamente.
Otros de los alimentos procesados cuyo precio se disparó este año son la carne de cerdo (12.10%), pan blanco (10.2%), los pescados y mariscos (9.8%), el pollo (9.2%), la leche pasteurizada y fresca (7.69%) así como los quesos (Oaxaca, 7.8%; manchego, 7.5% y fresco).
Entre las mercancías no alimenticias que más se han encarecido en este año destacan los Muebles y accesorios con 9.70% y las Herramientas pequeñas y accesorios diversos con 13.24%. En ambos casos, inició de manera paralela a la pandemia.
Durante este periodo, tanto muebles como herramientas se vieron sujetos a tres presiones principales, comenzando por el encarecimiento histórico de las materias primas fundamentales de estos bienes, como el acero que repuntó 321.2 % desde el inicio de la pandemia y la madera, cuyo volátil precio llegó a ser 470.3% mayor que previo a la pandemia, aunque variaba considerablemente en cada mes.
El transporte marítimo también se encareció hasta 660% según el Global Container Freight Index, por lo que los fabricantes de productos manufacturados o insumos -comúnmente provenientes de China- tuvieron que traspasar parte de los costos a los consumidores finales.
Las contadas excepciones
Entre todos los bienes que registra el INPC, pocos destacan por ser los que se mantuvieron más estables, o incluso, en contados casos bajaron de precio.
Entre ellos, destaca el caso del arroz, el único grano que actualmente nada a contracorriente al registrar un precio 9% menor al que registró en la primera quincena de diciembre pero de 2020.
El caso del arroz es atípico entre los granos debido a que el principal productor de este grano es China, quién es también el mayor consumidor, muy por encima de los países de occidente, donde no es tan popular como el maíz o el trigo, lo que facilitó que la recuperación mundial del consumo no creará choques de oferta y demanda tan pronunciados.
El azúcar también es otro caso de disminución (-7.13%) que inició desde que el producto alcanzó su pico más reciente en octubre de 2020 y desde entonces ha bajado. Sin embargo este bien es conocido por su alta volatilidad, por lo que lo sucedido en estos últimos dos años no resulta excepcional respecto a periodos anteriores.