'Gaviotas' del puerto de abrigo de Progreso, en crisis de desaparecer – Poresto.net
Los trabajos informales quedarán descartados en el puerto de abrigo a causa del reordenamiento paulatino que lleva a cabo el Comité de Seguridad en Yucalpetén desde septiembre.
Parte de estos oficios, es el de las gaviotas, cuyo censo según los mismos marineros alcanzaría hasta las 150 mujeres, que se acercan a los navíos por un poco de pescado o trabajos de limpieza.
Sandy García, mujer transexual de 55 años de edad, oriunda de Acapulco, pero con 35 años en Progreso, por primera vez accedió a hablar sobre sus “protegidas”, pues ha velado por la integridad de las mujeres recorriendo de punta a punta el refugio pesquero a la par que ofrece sus servicios en la cocina o cortes de cabello.
Pasando en su labor, desde insultos misóginos de los pescadores hasta trifulcas donde se juega el físico con hombres que superan su complexión delgada y estatura baja.
Es ella, quien afirma que ha existido ya, una orden que exige a los patrones de barco pedir a sus respectivas tripulaciones que cuenten con libreta de mar en regla, pues de no hacerlo en el 2022 no tendrían acceso al puerto de abrigo para laborar, este mismo documento es del que carecen las “gaviotas”.
“Las ‘gaviotas’ aparecieron de la nada, por necesidad económica, poco a poco se hizo cada vez más habitual su presencia. Al estar con hombres es obvio que van a pasar por varias dificultades y es cuando decidí apoyarlas, me he agarrado a golpes infinidad de veces, ya ni se cuántas veces me ha pasado, pero es que detesto el abuso, no tolero que humillen a alguien, odio el bullying, como le llaman ahora y no puedo dejar solas a señoras que son hasta abuelitas”, relata para después confirmar que su última pelea fue en su zona de residencia dentro de Flamboyanes, cuando recibió insultos de uno de sus vecinos.
La guerrerense afirma que desde sus 20 años empezó a trabajar en el puerto de abrigo con los servicios de estilista, por los que ahora cobra 50 pesos, y también se embarca en los navíos que ameriten a alguien dentro de la cocina.
El sueldo semanal para alguien como Sandy, va de los 200 a los 400 por día, por lo que las “gaviotas” estarían ganando el mismo porcentaje, pero por labores únicamente de limpieza, eso a menos que estas no se queden largo rato en el refugio pesquero.
“Así como hay días en que las ‘gaviotas’ y yo venimos para trabajar hasta 10 horas seguidas, hay días en que vengo sin nada, el sueldo de un día a veces puede ser la ganancia de una semana. Dependemos exclusivamente de como esté la pesca, por ejemplo, ahora no vendrán estas mujeres al embarcadero, pero para la temporada de pulpo diario venían más de 50 a buscar producto”, agregó.
“Ahorita nos quedamos sin trabajo, varios patrones nos han dicho que solo podrán empezar a pasar al puerto de abrigo con una tarjeta que tendrían que tramitar en organismos como API o la Capitanía de Puertos, solo si cuentan con libreta de mar, nosotras no lo poseemos. Ojalá no sea cierto y sea solo un rumor”.
Rosario Cardeña Escalante, conocida por ser una de las pocas mujeres que atienden la administración de barcos, también lamentó la expulsión de estas mujeres que deambulan con cubeta en mano y con bebés para protegerse de agresiones de los hombres tripulantes.
“Se va a resentir este cambio, es acabar con una tradición donde las mujeres podían salir adelante, la mayoría pasan los 50 años o tienen alguna discapacidad. Nosotros siempre las ayudamos, si nos va bien, claro; si el barco no obtuvo el tonelaje esperado no les podemos ayudar porque nos endeudamos con un viaje no redituable en producción. A ellas se les da pacotilla si no se les puede dar trabajo dentro de la embarcación, mayormente son tres o cuatro pescados pequeños para el sartén, viven al día”, expresó.
En estos días post temporada de molusco es habitual ver únicamente trabajadoras jóvenes dedicadas a esta actividad, pero llevando a cabo trabajos rudos en reparaciones de los mismos navíos o ayudando a cargar con insumos para armarlos.
La jornada de una “gaviota” tradicional inicia desde las 7:00 horas, peregrinando hasta encontrar un solo barco en proceso de descarga o hasta terminar su respectiva limpieza dentro del interior de los mismos, por lo que una rutina, podría llevarlos hasta 12 horas en el embarcadero.
Franklin Franco Sánchez, director de Pesca Municipal confirmó en entrevista sobre la seguridad en los diferentes embarcaderos con el que cuenta el municipio, que el Comité de Seguridad en Yucalpetén tendría como prioridad resolver el tema de este tipo de negocios informales, siendo la próxima sesión de este grupo de trabajo que tiene sus juntas en las instalaciones del API, en la primera quincena del mes de enero.
“Vendrían reglas que obligarían a que solo entren quienes van a trabajar en el puerto de abrigo y que formen parte de alguna tripulación, posiblemente esto sea con una credencial, aún no se define”, dijo.
Como se sabe, el ordenamiento de esta plaza dedicada al gremio pesquero se originó durante el segundo semestre del año derivado de innumerables hechos de violencia que se hacían virales en redes sociales entre la ciudadanía. El mismo funcionario municipal mencionado admitió que las medidas serán graduales para buscar la seguridad y erradicar malas prácticas en la zona de atraque.
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CC