Si está sabroso, no te hace daño – Excélsior
De limpios y tragones están llenos los panteones.
Dicho popular
“Si está sabroso, no te hace daño”.
Uno de los principales problemas de salud del país deriva de los mitos de la preparación de los alimentos, ya que, a pesar de que se hacen campañas, se intenta educar a la población, se supervisa la cadena de alimentos, las infecciones diarreicas, sobre todo en los niños, siguen siendo la primera causa de enfermedad y muerte.
El mito de que “si está sabroso, no hace daño” o que “el limón mata todos los microbios” esconde una gran ignorancia y debemos desterrarlo, y tanto niños como adultos no ponen atención a la calidad de los alimentos y a su posible contaminación con microorganismos.
Las infecciones intestinales son el segundo tipo de enfermedades más comunes en México, se estima que cada año hay más de cinco millones de casos en el país. La mayoría de dichos casos se presentaron en adultos de entre 25 y 44 años de edad, y en niños pequeños de uno a cuatro años.
Esto da, por consecuencia, altas tasas de incapacidad en los adultos y falta de asistencia a la escuela en los niños, lo que, indudablemente, afecta, en lo personal y en lo social, a toda la población, pero, además, estas enfermedades pueden llevar a la muerte. En México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud y del Inegi, en 2020 se registraron un millón 49,536 casos de enfermedades diarreicas agudas y 596 muertes en niños menores de cinco años.
La falta de información sobre la salud, algo que se ha agudizado en estos años por las deficiencias en la educación primaria y secundaria, y ahora por la ausencia de los alumnos en las escuelas por causa de la pandemia de covid, hace que miles de niños y adultos desconozcan las normas de higiene respecto a los alimentos y tengan infecciones intestinales de diversos tipos.
Éste es un problema social que está relacionado con la recolección, transporte, distribución, venta y compra de los alimentos, porque en cada paso puede haber contaminación debida a la falta de higiene de los responsables de cada maniobra.
Hay que reconocer que, gracias a las disposiciones sanitarias actuales, la mayoría de los alimentos son traídos en forma higiénica al mercado, son preparados, lavados y purificados en forma higiénica, se venden en forma higiénica, pero de la bolsa del mercado al momento de consumirse se contaminan. ¿Quién los contamina? La señora, la cocinera o quien manipula o prepara los alimentos en casa o en el negocio sin lavarse las manos. De ese modo, los alimentos que consumimos pueden ser sabrosos, pero pueden hacernos daño si no están libres de contaminantes.
Cabe señalar que el programa de vacunación de la Secretaría de Salud —ahora con problemas de distribución y aplicación— señala que la vacuna GPI/HRV es altamente protectora para gastroenteritis severa por rotavirus y segura; se recomienda aplicar la vacuna contra rotavirus, dos dosis, a los dos y cuatro meses de edad.
Y respecto a los adultos, es conveniente que, en lo posible, vigilen la limpieza en la preparación de los alimentos que se consumen en la vía pública, para evitar las molestas consecuencias de una infección intestinal.