Emprendedoras ven nicho en alimentos – El Siglo de Torreón
Diana Guadalupe Vargas Muñoz y Ana Paola Jáuregui Fuentes, de 30 y 27 años, son las emprendedoras que están detrás de The Yum Lab, empresa de servicios que se especializa en el desarrollo alimentario, por lo que apoyan a comercializadores para convertir su idea o receta en un producto que se pueda comercializar a gran escala.
Cuentan con tres vertientes, una es food signs, que lidera Paola. Ella es ingeniera en Biotecnología con especialidad en Innovación Alimentaria, de modo que realiza los análisis microbiológicos, fisicoquímicos, análisis que indican cuánta proteína, carbohidratos, y demás componentes y macronutrientes tiene un alimento, se revisa el etiquetado, que cumpla con denominaciones, ingredientes, alérgenos, toda la regulación pertinente, así como el servicio de análisis de vida de anaquel, para que sepan cuándo puede aguantar sin problemas de calidad. Si desean exportar a Estados Unidos o la Unión Europea, también se les apoya con la regulación.
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El negocio se ha tenido que adaptar a las medidas sanitarias, pero más allá de la pandemia
Otra parte es food marketing, en la que se desmenuza toda la información en la parte del producto, Diana trabaja en la marca, desarrollo de logotipo, generación de etiquetas y empaque, el lugar donde estará en punto de venta, ya sea fríos o congelados, si se necesita una barrera contra los rayos de sol, etc. sin descuidar el diseño, que se vea bonito y sea atractivo al cliente, que se destaquen sus atributos.
«Hacemos estrategia en punto de venta, trade marketing, además de los servicios de comunidad e inspección, somos la única unidad que se encuentra en todo el estado de Durango y de Coahuila, tenemos la competencia de emitir documentos oficiales, constancias de cumplimiento o dictámenes, que avalan el cumplimiento de la norma 051, que es la de etiquetado para productos y bebidas preenvasadas», explicó Diana.
Las emprendedoras expusieron que desde el 2020 inició el cambio en la norma 051 y se dio una revolución en el cumplimiento del etiquetado frontal, los sellos negros con los excesos, que se trata de contar con un etiquetado más claro para el consumidor, donde se destaquen los nutrimentos críticos para la salud y así crear consumidores conscientes.
Las jóvenes trabajaban en una empresa de lácteos cuando se dieron cuenta de la gran oportunidad que representaba esta modificación, por lo que comenzaron a dar orientaciones a otros emprendedores y negocios pequeños sobre sus productos, pronto decidieron dedicarse de lleno a este tema, por lo que se profesionalizaron y consolidaron su negocio, que inició en noviembre de 2020.
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Los principales clientes, en la actualidad, son familias de Estados Unidos, que han conocido su trabajo por redes sociales
Diana recomendó a los emprendedores que están indecisos de si impulsar o no su propio negocio que no se apresuren y que tomen las cosas con calma, pues es un salto de fe y confiar en los conocimientos y capacidades propias, profesionalizarse, acreditarse, dar mayor valor a sus servicios.
«Háganlo, pero háganlo bien, traten de formalizarlo, que el producto cumpla con todo lo que tienen que cumplir, si es un servicio, que lo logren en lo formal, que se profesionalicen lo más que se pueden, que nunca dejen de lado esas capacitaciones, certificaciones con las que pueden avalar toda la experiencia que ya tienen», expuso.