Suspenden la impresión del libro que identifica al presunto entregador de Ana Frank
Una editorial holandesa suspendió la impresión de un libro que sugería que un notario judío traicionó a Ana Frank, alegando que había dudas sobre la investigación que lo sustentaba, según un correo electrónico interno al que tuvo acceso Reuters.
La editorial Ambo Anthos decidió cancelar por el momento la reimpresión en lengua neerlandesa del libro, titulado “¿Quién traicionó a Ana Frank?”, en el que la investigadora canadiense Rosemary Sullivan señala a un notario judío, Van den Bergh, como el posible delator de la autora del diario más famoso del Holocausto y asume que debería haber adoptado una visión “más crítica” al señalar a “un judío como traidor de una familia judía”.
La hipótesis de la autora se basa en la investigación de seis años de un equipo compuesto por una veintena de historiadores, criminólogos y el exagente del FBI Vince Pankoke, que llegó a calcular con precisión la probabilidad de traición de Van den Bergh, con un “85% de certeza de su culpabilidad” sobre el misterio de cómo los nazis encontraron el escondite de la familia Frank. La presunción es que el escribano habría revelado la dirección de la extensión trasera del edificio donde se escondían Ana Frank y su familia en Ámsterdam, en lo que habría sido un trato con los nazis a cambio de garantizar la seguridad de su propia familia.
El texto, publicado el 18 de enero, causó sensación cuando se supo que los investigadores identificaron al principal sospechoso. Pero, con el correr de los días, varios historiadores de Países Bajos han señalado la falta de pruebas fiables para sostener que el notario traicionó al grupo familiar de la niña y consideran que se han tomado como ciertos hechos que no han sido confirmados de forma satisfactoria. El historiador neerlandés Bart Wallet describió la teoría “inestable como un castillo de naipes” y su colega Bart van der Boom se refirió a la publicación como “tonterías difamatorias”.
Por su parte, el investigador neerlandés David Barnouw, que ha trabajado en varias teorías sobre la captura de Ana Frank desde principios de este siglo, declaró a la emisora neerlandesa que los resultados del informe eran “pura especulación escondida detrás de datos supuestamente medibles con precisión”. También habían surgido críticas por errores históricos e inexactitudes, así como por evidencia incompleta e inverosímil.
El editor de la edición en holandés, Ambo Anthos, dijo en un correo electrónico a sus propios autores el lunes por la mañana que “debería haber adoptado una posición más crítica” sobre la publicación. ”Esperamos las respuestas de los investigadores a las preguntas que han surgido y retrasamos la decisión de imprimir otra tirada”, indicó el correo electrónico de la empresa de Ámsterdam. Y expresó: “Ofrecemos nuestras más sinceras disculpas a quien pueda sentirse ofendido por el libro”.
La firma declinó hacer más comentarios cuando fue contactada por Reuters. No hubo respuesta inmediata a las solicitudes de comentarios de los representantes de la autora, Rosemary Sullivan, ni de la editorial en inglés de la obra, HarperCollins.
Uno de los investigadores citados en el libro, Pieter van Twisk, dijo a Reuters que había visto el correo electrónico y que el equipo de investigación estaba “completamente sorprendido” por su mensaje. ”Tuvimos una reunión la semana pasada con los editores y hablamos de las críticas y de por qué creíamos que podían ser desviadas; acordamos que vendríamos con una reacción detallada más adelante”, dijo.
En agosto de 1944, los nazis dieron con el escondite de la familia Frank y la deportaron a un campo de concentración. Las hermanas Ana y Margot murieron en Bergen-Belsen. Ana tenía 15 años. De los Frank solo sobrevivió el padre.
El nombre de Van den Bergh apareció en una nota anónima remitida a Otto Frank al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Aún se desconoce quién la redactó y el original no se pudo encontrar, pero el investigador halló en el archivo del hijo del policía que siguió el rastro de esa información una copia hecha a máquina por el hombre. Esa es la prueba citada en el libro.
Con información de la agencia Reuters y Télam