La inflación en EEUU llegó a 7.5% en enero: por qué fue tan alta y cuánto tiempo podrían estar los precios disparados
El vertiginoso aumento de los precios al consumidor se ha convertido en una carga financiera para millones de estadounidenses al momento de cargar gasolina, pagar la despensa, comprar ropa, negociar la compra de un auto o pagar el alquiler.
Incluso si no se toman en cuenta los volátiles precios de los alimentos y la electricidad, la llamada inflación subyacente se disparó 6% durante el último año. También fue el incremento más marcado en cuatro décadas.
Este crecimiento de la inflación en EEUU practicamente anula el efecto de la subida de los salarios para muchos estadounidenses y les deja con menos dinero para sus gastos imprescindibles, principalmente los relacionados con alimentación, la gasolina -que está en precios récord-, el alquiler o el cuidado infantil.
En el último año, el precio de los automóviles y camiones usados aumentó 41%, el de la gasolina 40%, el del tocino 18%, el de los muebles de alcoba 14% y el de los vestidos para dama 11%.
La Reserva Federal no anticipaba una oleada de inflación tan severa ni tan persistente. En diciembre de 2020, la Fed había pronosticado que la inflación al consumidor permanecería por debajo del objetivo anual del 2% y finalizaría 2021 en aproximadamente 1.8%.
Pero después de pasar prácticamente desapercibida durante décadas, la inflación elevada reapareció este año a una velocidad vertiginosa. En febrero de 2021, el índice gubernamental de precios al consumidor se ubicaba apenas 1.7% por encima de su nivel del año previo; en diciembre llegó a 7.1%.
Doble impacto de la elevada inflación en EEUU: económico y político
Durante meses, el presidente de la Fed, Jerome Powell, y otros funcionarios describieron los precios más elevados al consumidor como un simple problema “transitorio”, un resultado atribuible principalmente a la demora de envíos y escasez temporal de suministros y mano de obra en un momento en que la economía se recuperaba de la recesión provocada por la pandemia a una mayor velocidad a la que cualquiera hubiese anticipado.
Ahora, muchos economistas esperan que la inflación al consumidor siga siendo alta durante buena parte del año, con la demanda superando a a la oferta en diversas áreas de la economía.
“La inflación sigue siendo el mayor desafío a corto plazo para la economía”, dijo Jim Baird, director de inversiones en Plante Moran Financial Advisors. “Aunque se tiene previsto que la presión sobre los precios se reduzca conforme el año avance, la inflación seguirá por encima del objetivo de 2% de la Fed durante algún tiempo”.
Políticamente, la elevada inflación también representa una amenaza seria para las expectativas del presidente Joe Biden y de los legisladores en un año de elecciones de medio término.
Los factores que han acelerado el incremento de precios desde la pasada primavera siguen en su mayoría vigentes: los salarios crecen al mayor ritmo en 20 años; los puertos y almacenes están desbordados y les falta personal. Además, hay que sumar que sigue habiendo escasez en algunos suministros.
Acá explicamos el alcance del problema: