Las amenazas de Facebook
Meta (el nuevo nombre de Facebook) amenazó con abandonar Europa, como hizo en septiembre de 2020. Lo defendió en una comunicación al regulador de los mercados en Estados Unidos para insinuar que podría llevarse Instagram y Facebook de Europa si no le dejan enviar los datos de sus usuarios europeos a sus servidores estadounidenses. En julio de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea prohibió su exportación argumentando que EE. UU. “no garantiza el nivel de protección adecuado” de la privacidad que establece el artículo 5° del Reglamento general de protección de datos e impuso una multa del 4% de los beneficios anuales a la empresa, si decidiera desestimar su decisión. Muchos celebran que esa medida haya hecho que Facebook se quite la careta, mientras ninguna de las grandes tecnológicas ha expresado nada parecido. El auténtico negocio de Meta consiste, en realidad, en la explotación masiva de datos de los usuarios destinados al mercado publicitario y a afinar al máximo la oferta para cada cliente.
La dependencia de las pymes de plataformas como Facebook y Amazon es uno de los temas por resolver. El problema solo puede agravarse con las implementaciones previstas del Metaverso, que ya se configura como una apuesta por el teletrabajo rodeado de centros comerciales. La amenaza de Facebook puede ser el estímulo para encontrar alternativas mejores antes de que no exista escapatoria a la realidad virtual de Meta.