Futuro subsecretario de Minería detalla siete tareas sobre el litio para trabajar en el corto plazo
Restituir el Comité de Gobernanza de Salares y reimpulsar el ITL, entre las medidas. Además, dio más luces de la creación de una empresa nacional.
Con el foco puesto en la creación de una empresa nacional del litio y las consideraciones que se deberían tener para su diseño, el futuro subsecretario de Minería, Willy Kracht, participó ayer en el foro «Desafíos y Oportunidades de la Minería del Litio en Chile» de Voces Mineras.
De entrada, aclaró que lo que resulte de la empresa nacional del litio tiene que ser producto de una discusión que esperan poder reiniciar y que la idea de ésta es que pueda actuar en asociación con diversos actores privados.
«No estamos pensando en el equivalente a lo que fue Codelco a mediados de los 70 y principios de los 80 que era la empresa productora sin otras colaboraciones. Lo que estamos pensando es en una entidad estatal que sea capaz de articular a los distintos actores y que participe de los beneficios de una manera justa», explicó.
Eso sí, Kracht sostuvo que esto requiere de un diseño institucional que va más allá de la promulgación de una ley que crea la empresa nacional del litio. Según detalló, piensan en un ecosistema, en integrar distintas unidades que están algunas de ellas hoy en el Estado y otras que es necesario recrear o crear.
«Lo que pensamos es en una empresa nacional del litio que no se queda solo en la producción de materia prima de manera eficiente y armónica con el entorno sino que es atrevida en ir más allá y avanzar hacia la generación de encadenamiento productivo y el reciclaje de batería en colaboración con actores privados en cada uno de estos elementos», dijo.
¿Qué hacer en el corto plazo? La futura autoridad definió siete tareas: seguir avanzando (o apoyando) a través de Codelco en la exploración y explotación de litio en el Salar de Maricunga a la vez que se inicia la discusión para la creación de la empresa nacional del litio, restituir el Comité de Gobernanza de Salares, avanzar en la creación del Centro de Investigación del Litio o reimpulsar iniciativas como el Instituto de Tecnologías Limpias.
«Nosotros entendemos que la discusión para la creación de una empresa estatal pueden ser larga, pero no podemos postergar avanzar en algunas materias hasta tener la empresa estatal aprobada», advirtió.
A esto sumó impulsar un programa de formación y atracción de capacidades en I+D, establecer un diálogo permanente con las comunidades y pueblos de los territorios en que se encuentren los salares, explorar eventuales colaboraciones con países del triángulo del litio y explorar eventuales socios estratégicos que permitan acelerar la incorporación de Chile a la cadena de valor del litio.
Asimismo, indicó que les interesa definir un nuevo rol económico de los recursos naturales, pasando de la mera extracción a un uso más eficiente de las rentas propias del sector pero con mucha armonía territorial y con una minimización de los impactos locales.
En esa línea, sostuvo que «ha sido larguísima a estas alturas la discusión del royalty» y que «probablemente vamos a seguir discutiendo sobre royalty a la minería en los próximos meses y a la vez la relación con los territorios». En esto, puntualizó que la institucionalidad y la normativa respecto de cómo es la relación con los territorios probablemente también necesita un cierto ajuste.
Y agregó: «No nos tenemos que concentrar solo en la venta de la materia prima o lo que logremos hacer aguas abajo, tenemos que poner mucha atención en la reducción del impacto local».
Encadenamientos productivos
Detallando una serie de desafíos en torno al litio, indicó que se podía avanzar en encadenamientos productivos: «Quizás no llegar a la producción de baterías (…) pero de todos modos podemos avanzar en la creación generación de elementos o materiales para las baterías y participar desde ya en un mercado que aún es pequeño pero que evidentemente va a tener que desarrollarse que es el reciclaje de baterías».
«Nosotros no vamos a poder probablemente producir baterías nuevas, pero nos vamos a llenar de baterías en el país y alguien va a tener que hacerse cargo», recalcó.
El próximo subsecretario también reconoció que las condiciones de los contratos que hay en el Salar de Atacama «son muy interesantes si es que uno las hace valer, estoy pensando en la posibilidad de generar valor agregado a nivel local con el litio producido en Chile». En esa línea, agregó que el caso de Maricunga «muestra cómo nuestra debilidad en términos de la normativo nos produjo un problema».
«Nosotros como Estado somos responsables a lo largo de la historia de haber generado ese problema y seguimos tomando decisiones como Estado que apuntan a complejizar más ese tipo de problema. Y aquí estoy hablando de instrumentos como una licitación sin lugar definido. O sea, podríamos tener a dos más incluso peleando por Maricunga», dijo.
En la cita, también participó la próxima ministra de Minería, Marcela Hernando, quien enfatizó que Chile junto a Bolivia y Argentina tienen una de las mayores reservas de litio del mundo.
«Desafortunadamente y sin que muchos chilenos nos expliquemos por qué, hasta ahora no se ha implementado una política de Estado que cautele a largo plazo el interés público sobre este recurso estratégico. Y las riquezas que tenemos en los salares, a pesar de las advertencias de varios estudios y de diseños muy serios que bien valdría la pena volver a revisar», dijo.
Si bien durante el gobierno de la presidenta Bachelet se avanzó, precisó que quedan enormes desafíos que el futuro presidente le encargó asumir con celeridad. Entre ellos, la necesidad de contar con una normativa específica para la explotación del litio, que se requiere desarrollar una institucionalidad que cumpla el rol normativo, regulador y fiscalizador para una gobernanza integrada de salares y que se tiene que poner el foco en los desafíos orientados a promover el conocimiento técnico y científico tanto de extracción como de productos derivados.