Bruselas prevé reducir la dependencia de gas ruso en un 66% en un año
La Unión Europea ha presentado este martes sus planes para reducir la dependencia de gas ruso en los próximos años, después de que la invasión rusa de Ucrania pusiera de manifiesto la debilidad energética del continente. Moscú amenazó ayer con el corte del suministro a Europa.
Según los planes esbozados por Bruselas, la UE estaría en condiciones de reducir en dos terceras partes la dependencia de gas ruso de aquí a fin de año. Mediante el uso de fuentes alternativas y mejorando la eficiencia energética, el objetivo es alcanzar la independencia mucho antes de 2030, según un documento que, en todo caso, necesita de la aprobación de los jefes de gobierno. Según el documento, el plan podría ampliarse para eliminar la dependencia del petróleo y el carbón rusos.
«No podemos confiar en un proveedor que nos amenaza explícitamente», dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. «Tenemos que actuar ahora para mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía, diversificar nuestro suministro de gas para el próximo invierno y acelerar la transición a la energía limpia». Ayer el Kremlin amenazó a Europa con dejar de suministrar gas por el gasoducto Nord Stream 1.
La Comisión considera que la UE tiene suficiente gas para el resto de la temporada invernal, aun en caso de interrupción brusca del suministro ruso, pero ha lanzado las alertas sobre el invierno 2022/2023. «Tenemos que reponer urgentemente nuestras reservas para el año que viene «dijo la comisaria de Energía, Kadri Simson. Para ello, la UE tiene previsto presentar antes de abril una propuesta para exigir que las instalaciones de almacenamiento existentes se llenen al menos en un 90% de su capacidad antes del 1 de octubre de cada año.
Además, Bruselas ha indicado que está investigando el mercado del gas ante la preocupación por posibles distorsiones a la competencia por parte de algunos operadores, «notablemente Gazprom», indica. La empresa rusa, controlada por el Kremlin, es propietaria de buena parte de los almacenes estratégicos de gas en Alemania, y durante los meses previos ha mantenido bajo mínimos los envíos de gas a Europa y los inventarios de dichos almacenes, situación que ha contribuido a la escasez de gas y al aumento de los precios.
La Comisión ofrecerá coordinar una compra conjunta de gas, y propuso medidas adicionales como bonificaciones en un descuento del 100% en las tarifas de transporte o el otorgamiento de garantías financieras a los suministradores como vías para incentivar la construcción de inventarios. Los precios de los futuros de gas ya recogen esta previsión de que la escasez de suministro durará todo el año: el megavatio de gas para agosto o septiembre supera los 175 euros, frente a los 200 a los que cotiza el futuro de abril.
La UE prevé obtener hasta 50.000 millones de metros cúbicos al año de nuevas fuentes de gas licuado y 10.000 millones de metros cúbicos a través de los gasoductos de otros proveedores. También prevé más energía de origen renovable y ahorros energéticos adicionales. «Vamos a lanzarnos a las energías renovables a la velocidad del rayo», dijo Frans Timmermans, jefe de la Oficina Europea del Clima. «La guerra de Putin en Ucrania demuestra la urgencia de acelerar nuestra transición energética.
Todo ello contribuirá a que la UE pueda reemplazar efectivamente los 155.000 millones de metros cúbicos de gas ruso que actualmente importa. De ellos, 101.500 millones deberán ser reducidos este año. La UE importa el 90% del gas que consume, y de esta cantidad Rusia supone el 45%.
Bruselas también ha abordado, aunque sin concretar, medidas para proteger a los consumidores minoristas y a las empresas más pequeñas de la subida de los precios de la energía. El ejecutivo ha confirmado la posibilidad de regular los precios en circunstancias excepcionales y establecer cómo los Estados miembros pueden redistribuir los ingresos procedentes de los elevados beneficios del sector energético y del comercio de derechos de emisión entre consumidores. También ha ofrecido a las capitales opciones para ayudar a las empresas afectadas, dentro del régimen de ayudas públicas de la UE.
Respecto a los precios de la luz, que bajo el diseño de mercado actual trasladan a la totalidad de la producción eléctrica la subida en vertical de los precios del gas, la Comisión tampoco ha sido muy explícita. «La Comisión revisará todas las opciones disponibles para limitar el efecto contagio del gas, como limitaciones temporales en el precio». También analizará opciones para «optimizar el diseño de mercado», teniendo en cuenta riesgos y beneficios de sistemas de precios alternativos «sin romper la oferta y las inversiones en la transición verde».