Beneficio neto de Saudi Aramco para el 2021 supera los niveles de prepandemia
El gigante de la energía Saudi Aramco anunció el domingo un aumento del 124% en su beneficio neto en 2021 frente a 2020, superando los niveles prepandemia, horas después de nuevos ataques de los rebeldes de Yemen contra sus instalaciones.
Uno de esos ataques contra la refinería YASREF, en la ciudad de Yanbu sobre el mar Rojo, ha provocado «una reducción temporal de la producción», que, no obstante, será «compensada por los stocks» almacenados», indicó el ministerio saudita de Energía sin más precisiones.
En el comunicado sobre sus resultados, Aramco señaló que había registrado unas ganancias netas de 412,400 millones de riales sauditas (110,000 millones de dólares) en 2021, más del doble que los 49,000 millones de dólares en 2020, según un comunicado del grupo.
Este anuncio tiene lugar en un contexto en el que los precios del crudo se han disparado, tras la invasión rusa de Ucrania.
También se produce tras un último ataque de los rebeldes hutíes contra instalaciones del gigante de la energía en el sur de Arabia Saudita, primer exportador mundial de petróleo bruto y país que dirige una coalición militar de apoyo al poder yemení frente a los insurgentes, apoyados por Irán.
Según esta coalición, las defensas antiaéreas sauditas destruyeron un misil balístico y nueve drones, pero aquellos con trampas explosivas alcanzaron sus objetivos, incluida una estación de distribución de Aramco en el sur y una planta de licuefacción de gas de la compañía en el oeste.
Año excepcional
Los hutíes se atribuyeron la responsabilidad de varios ataques a instalaciones «vitales e importantes», incluida la infraestructura de Aramco. Los ataques provocaron «daños materiales en instalaciones y viviendas», según la coalición.
En 2019, varios ataques aéreos contra dos instalaciones de la compañía en la región oriental del país redujeron temporalmente a la mitad la producción de crudo del reino.
El Consejo de Cooperación del Golfo, grupo que agrupa a las seis petromonarquías árabes, encabezadas por Arabia Saudita, ha propuesto conversaciones en Riad a partir del 29 de marzo para intentar solucionar el conflicto en Yemen.
Pero los rebeldes han advertido que no entrarán en territorio «enemigo», si bien aseguran que no se oponen al principio de las conversaciones.
Aramco, primer exportador de petróleo del mundo, había anunciado un beneficio neto de 88,200 millones de dólares en 2019, antes de que la pandemia de Covid-19 golpeara la economía mundial, especialmente los sectores del petróleo y la aviación.
El presidente de la compañía, Amin Nasser, se felicitó de estos resultados: «Un año 2021 excepcional para Aramco desde el punto de vista de los resultados financieros, operacionales, de las iniciativas, realizaciones y próximas inversiones, a pesar de los desafíos y del difícil contexto mundial debido a la pandemia», según un comunicado.
«Estos sólidos resultados evidencian nuestra disciplina presupuestaria, nuestra flexibilidad frente a las condiciones cambiantes del mercado y el enfoque en nuestra estrategia de crecimiento a largo plazo», agregó.
Nasser enfatizó que «las perspectivas siguen siendo inciertas debido a varios factores macroeconómicos y geopolíticos» y recordó que «la seguridad energética es fundamental para miles de millones de personas en todo el mundo».
Arabia Saudita busca diversificar su economía dependiente del petróleo, con el Fondo de Inversión Pública (PIF), el fondo soberano de riqueza del reino, invirtiendo en varios sectores a nivel nacional y mundial.
En febrero, el reino «transfirió» el 4% de las acciones de Aramco al PIF, valoradas en 80,000 millones de dólares, una operación destinada a «apoyar la reestructuración de la economía nacional».