La riqueza minera de Warints se encuentra en evaluación – El Comercio
Mayra Pacheco. Redactora (I)
La amplia vía de tierra y piedras de la comunidad shuar Warints, ubicada en la provincia de Morona Santiago, se ha transformado en una pista. Avionetas y helicópteros aterrizan en este espacio con personal, insumos y maquinarias para avanzar con el desarrollo del proyecto minero Warintza.
La empresa canadiense Solaris, a través de la firma subsidiaria Lowell, realiza desde 2020 la exploración inicial del material minero que hay en esta zona. Esta comunidad está en medio de la selva, en la Cordillera del Cóndor.
Warints se encuentra aproximadamente a 120 kilómetros de distancia de Macas. En helicóptero, el viaje toma unos 45 minutos.
Para los habitantes de este poblado, conformado en su mayoría por pequeñas casas de madera con techo de zinc, el movimiento que ha generado esta actividad es familiar. Ellos conocen que, caminando unos kilómetros hacia arriba, por un trecho rodeado de abundante vegetación, se accede a las plataformas de exploración.
Este proyecto cuenta con 27 plataformas de perforación, precisa Federico Velásquez, vicepresidente de Operaciones de Solaris. Esta firma realizó el miércoles 16 de marzo del 2022 un recorrido junto a autoridades del Gobierno, para constatar el avance de esta actividad.
En estos sitios, los operarios extraen con una maquinaria especial muestras del interior de la tierra, para analizar la presencia de material minero en esta área.
Estas evidencias, llamadas ‘testigos’, sirven para determinar qué minerales existen en esta zona. También -con estos fragmentos de roca- los técnicos establecerán más adelante la calidad y la cantidad estimada de recursos.
Por ahora, las 11 máquinas perforadoras, que ha adquirido esta firma han permitido obtener alrededor de 85 000 metros lineales de muestras (testigos).
Con esas evidencias, Solaris afirma que en Warints existen, principalmente, cobre y molibdeno.
Jorge Fierro, vicepresidente de Exploración de Solaris, refiere que los hallazgos previos demuestran que Warintza tiene una proyección interesante. “Este yacimiento es conocido como de clase mundial y es muy similar a los yacimientos que hay en Chile y Perú. Ecuador está en la misma cordillera y con una geología parecida”.
Este término, conocido en esta industria como “world class”, determina que un proyecto tiene una alta capacidad de procesamiento de material minero. En promedio son 100 000 toneladas por día.
Xavier Vera, viceministro de Minería, quien estuvo también en Warints, coincide en que este proyecto tiene “mucho potencial” para llegar a ser uno grande.
En Ecuador existen dos proyectos a gran escala, Mirador y Fruta del Norte, que están en funcionamiento. Además, existen otros que están en etapa de evaluación económica y están más próximos para -si es factible- construir una mina y empezar con la extracción de minerales.
La evaluación económica demanda de más recursos y esfuerzos, porque en esta se determinará si el proyecto es rentable. Hay que analizar la accesibilidad vial, la proximidad con el puerto, la relación con la comunidad y otros, refiere Fernando Benalcázar, exviceministro de Minería.
Warints está aún lejos de esta etapa. Actualmente, Solaris gestiona los permisos para adelantar hacia la exploración avanzada. Los proyectos mineros pueden tardar hasta 20 años (ver recuadro).
Inversión y empleo
Mientras esto ocurre, esta industria genera en sus diferentes fases inversión y plazas de empleo.
Solaris, por ejemplo, destinó en 2021 alrededor de USD 75 millones para llevar a cabo el desarrollo de este proyecto y en este año se estima alcanzar una cifra similar.
En total, en la industria minera del país se invirtieron el año pasado USD 975 millones, según el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables.
Solaris cuenta con 1 000 colaboradores, entre directos e indirectos. De este grupo, 400 son parte de las comunidades Warints y Yawi, precisa Vicente Taakimp, coordinador de la Alianza Estratégica de los centros Warints y Yawi-Solaris Resources.
Los habitantes de Warints que son parte de este proyecto tuvieron que aprender tareas nuevas. En la comunidad, los hombres se dedican tradicionalmente a la caza de pavas, guantas y monos; a la agricultura y a la pesca.
Tito Juank, morador de Warints, cuenta que desde hace casi dos años trabaja como asistente en la administración del campamento. Es su primer trabajo, pero ha recibido capacitación y ahora tiene un salario de USD 800 al mes. Esto le sirve para mantener a su familia.
Alianza con la comunidad
Para el desarrollo de esta actividad, en esta zona se conformó la Alianza Estratégica de los centros Warints y Yawi–Solaris Resources. Esto permite que las decisiones relacionadas a este proyecto se tomen en mutuo acuerdo con los representantes del área de influencia de este proyecto.
Las principales necesidades de estas localidades se identifican también en conjunto. Así, en Warints, por ejemplo, se han construido dos casas comunales, baterías sanitarias, aulas y otros con el apoyo de la minera. Para levantar esta infraestructura se ha puesto en práctica la minga.
Un grupo de pobladores trabajaba el miércoles pasado en la construcción de un aula nueva. Esta infraestructura, hecha con ladrillos, contrastaba con las otras que eran fabricadas con madera.
Al otro extremo, otras personas, luego de que aterrizara una avioneta, descargaban pasteles y decenas de pollos. Ese miércoles, era día de fiesta en la comunidad.
Las etapas de los proyectos mineros
Exploración inicial. Es el primer paso. En esta fase se investiga el potencial minero que existe en el área concesionada. Se toman muestras del interior de la tierra, llamadas ‘testigos’, para determinar qué minerales existen y qué cantidad. La fase dura cuatro años.
Exploración avanzada. En esta fase, la firma minera debe delimitar el área en la que está interesada, tras haber realizado los estudios iniciales. En esta se harán análisis adicionales sobre los recursos identificados. Su duración es también de cuatro años.
Evaluación económica. En este momento del proyecto, las empresas deben evaluar todos los pormenores. Deben identificar si hay infraestructura vial, si es rentable, si las condiciones sociales son favorables y otros. Esta fase dura dos años y se puede extender dos más.
Construcción de mina. Es la última etapa del proyecto minero. Los estudios permiten establecer si se construirá una mina abierta o una subterránea, la capacidad de la planta de beneficio y otras instalaciones. La puesta en marcha puede tomar cuatro o cinco años.