¿Qué vino disfrutar y con qué queso?
Se dice que los mejores quesos se encuentran fuera del país, sin embargo, cada vez existen más actores locales que buscan derribar este mito y posicionarse fuertemente dentro de este rubro.
“Hace diez años el queso era pensado para derretirlo en la marraqueta o para tirarlo arriba de la pizza” comenta Leonardo Severino, sommelier certificado en nivel tres de vinos por la escuela WSET, cuando se le pregunta acerca de cómo era hace un par de años la percepción de los chilenos acerca del queso en relación con los tiempos actuales. “El paladar de los chilenos en cuanto a queso, ha crecido mucho”.
Así lo confirman los datos arrojados por los expertos, donde se afirma que el consumo de quesos per cápita en Chile se duplicó entre los años 2000 y el 2017, pasando de 5 kg a 10 kg.
Pero ¿cuáles son los puntos más importantes a considerar a la hora de probar queso? Además de asegurarse que este tenga la temperatura adecuada, según Leonardo: «Lo ideal sería sacar el queso del refrigerador unos 45 minutos antes de consumirlo y después de eso comerlo, ya que así se logran apreciar los verdaderos aromas y sabores que un buen queso puede entregar».
Queso y vino: La armonía perfecta
La Vinoteca hoy en día es un espacio que está lleno de experiencias. Han logrado posicionarse dentro del mercado nacional gourmet como un lugar que invita a experimentar distintos sabores y que a su vez se ha enfocado en dar vitrina a la importancia de consumir productos de origen chileno.
La idea es poder tener una experiencia 360, donde se pueda ir a comprar vino, luego, que este se complemente con un pan de masa madre artesanal y una variedad de quesos nacionales e internacionales acompañados de charcutería y, si es que se quiere, incluso poder sentarse a comer en el restaurant que se encuentra en el mismo local.
Indudablemente, la experiencia de probar un buen queso va acompañado por un buen vino. En este punto es donde Leonardo prefiere hablar del concepto “armonizar los sabores”, antes que utilizar el término común “maridaje”; “Maridaje viene de la palabra mariage que significa matrimonio y no siempre los matrimonios se llevan bien después de un tiempo …
En cambio, armonizar es que tu tengas el sabor de la comida, por un lado, el del alcohol por el otro, y en la boca hagamos este puente ideal” dice.
Por eso es fundamental saber cómo armonizar los sabores de este exquisito producto con los del vino acorde a sus tipos, y además poder armar una rica tabla para compartir.
Queso de vaca
El más conocido y consumido en Chile es el queso de vaca, siendo más cremoso, suave y menos intenso que el de cabra u oveja. Algunos de los quesos más conocidos hechos a partir de leche de vaca son el mantecoso, chanco, gauda, camembert, brie, mozzarella, entre otros.
Dentro de La Vinoteca puedes encontrar algunas marcas locales que se destacan por fabricar este tipo de queso. Entre ellos el queso mantecoso de Curacautín, hecho de manera artesanal en la región de la Araucanía; el queso Esperanza que se fabrica en Valdivia y el queso de vaca de Maitenes de Ocoa, elaborado en la Quinta región. Estos tres se destacan por tener una buena fuente de materia grasa, es decir leche, lo que provoca que sean más compactos, cremosos y que tengan una buena maduración.
Si buscas una recomendación de vinos para acompañarlos, podría ser tanto un vino tinto como el Lingal Garnacha de Perez Cruz Valle del Maipo que esté fresco (entre 8 y 10 grados de temperatura) o un Chardonnay como el Corralillo Chardonnay de Matetic del Valle de San Antonio que esté frío (entre 5 y 8 grados).
Queso de cabra
Los quesos de cabra se han ido popularizando cada vez más en nuestro país. Estos se caracterizan por ser más intensos que los de vaca y a su vez tienen un color más blanco. El queso de cabra Pichasca de Río Hurtado en Ovalle, es uno de los quesos de cabra nacionales.
La particularidad de este producto es que no está pasteurizado, otorgándole al queso aromas y sabores más intensos en relación a un queso pasteurizado. Si se quiere una opción de queso de cabra pasteurizado también pueden encontrar el queso de cabra de Maitenes de Ocoa, el cual igualmente es una gran opción.
Lo ideal es probar este tipo de queso con un vino Sauvignon Blanc frío (como sugerencia entre unos 5 a 8 grados de temperatura) tales como La Cantera Sauvignon Blanc de Casas del Bosque del Valle de Casablanca o el Koyle Costa Cuarzo del Valle Paredones.
Queso de oveja
El queso de oveja es el menos conocido de los tres. Es más escaso y difícil de encontrar. Se caracteriza por su intensidad, aroma, sabor y por tener un color marfil.
Una marca chilena es el queso de Oveja Boladero, el cual se elabora en la región de Aysén, en el extremo sur del país. Si se quiere otra opción, sugerimos el queso importado Oveja Curado, donde la palabra curado hace alusión a que tiene una mayora maduración, por lo tanto, tiene un sabor más intenso.
En cuanto a los tipos de vino que te recomendamos para acompañar este tipo de queso son dos: Amayna Pinot Noir Garcés Silva del Valle de Leyda, a una temperatura sugerida de 10 grados, o también el vino Bouchon Semillon Block Series del Valle de Maipo, a una temperatura sugerida de 8 grados.
Tabla de quesos
Para lograr tener una tabla de quesos que explote en sabores y texturas, no dejes de incluir al menos un tipo de queso de vaca, uno de cabra y uno de oveja.
Para completar la gama de sabores, sería un acierto incorporar el queso de origen español llamado Ibérico 3 leches, el cual tiene la particularidad de componerse por leche de vaca, cabra y oveja.
Pueden ir acompañados por unos frutos secos, los cuales además cumplen la función de proporcionar color a la tabla.
Idealmente, un tercer producto debería ser la charcutería, el jamón serrano ibérico provocará que la experiencia sea aún mejor.
Por último, si buscas complementar tu tabla, una buena idea sería incluir un pan de masa madre preparado en el mismo local, junto a una buena botella de vino.