J. Baer: alza en precio de alimentos generaría descontento social | El Economista
La presión que ejercen los precios de alimentos y energéticos en la inflación se sentirá con más fuerza entre la población de escasos recursos de América Latina y tendrá que ser atendida por estrategias de los gobiernos, recomendó en un análisis el banco privado Julius Baer.
El apoyo gubernamental vía subsidios será crítico para evitar malestares sociales que se pueden presentar, consignó el economista de estrategia de renta variable en la firma, Leonardo Pellandini.
En un comentario especial sobre inflación en América Latina, el estratega refirió que una alta proporción del consumo de las familias de bajos ingresos en América Latina está concentrado en alimentos y energéticos.
Como la presión ahora mismo se encuentra centrada en estos productos y servicios, es mayor el riesgo económico y de descontento social.
El Fondo Monetario Internacional advirtió, desde el pasado noviembre, que las economías de bajos recursos y la población de menos ingresos son los más expuestos a las escaladas de precios y a la pérdida del poder adquisitivo.
Una investigación del Banco de México, titulada “Efectos de la Inflación sobre la Pobreza Laboral en México”, subraya que la inflación es un determinante importante de la pobreza en el país, pues las familias de escasos recursos se volvieron más vulnerables cuando los procesos de escalada de precios fueron más persistentes.
Salarios arriba, otra presión
En el documento destacaron que los precios de los alimentos y energías están impulsando el aumento de las expectativas de inflación lo que ha generado presión para el crecimiento de los salarios nominales.
Este factor también puede presionar a la inflación y los bancos centrales enfrentarán también la “difícil tarea de incrementar las tasas y buscar las vías de no afectar al crecimiento económico que de por sí se desacelera”.
El lado B de la guerra
De acuerdo con el análisis de Julius Baer, las economías latinoamericanas sí se están beneficiando de los términos de intercambio más fuertes de las materias primas, la mayoría con excepción de México, que es una economía basada en la manufactura.
En el análisis detalla que los demás países son importantes exportadores de materias primas, lo que les va a permitir mejorar los saldos fiscales y de cuenta corriente.
Ahí mismo acotaron que la reducción del poder adquisitivo por la inflación, en un contexto de condiciones financieras más estrictas por las alzas a nivel mundial de las tasas de interés, diluirá los beneficios que sí obtendrán los exportadores de materias primas de América Latina.
De ahí la relevancia de desarrollar estrategias que permitan a las familias enfrentar el contexto inflacionario.