Este sábado llega la lluvia de estrellas más esperada del año
Este sábado 16 de abril se avistará una de las lluvias de estrellas más esperadas del año: las líridas.
La lluvia de estrellas Líridas ofrecerán la aparición de hasta 20 meteoros en el momento en que alcancen su mayor magnitud, pues no son visibles sólo por un día, sino que viajan por el firmamento a lo largo de 10 días, reveló el doctor en astrofísica José Franco.
El integrante del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, explicó que a lo largo del año ocurren diferentes lluvias de estrellas. Pero estos fenómenos no ocurren por si solos, sino que nuestro planeta interviene, por así llamarlo, para que se efectúen.
Esto ocurre mientras la Tierra se encuentra rotando, momento en el que atraviesa una región por la que pasó un comenta. A su vez, cuando un cometa se acerca al Sol, se evaporan fragmentos de su cuerpo, que forman parte de su exterior, y dejan un remanente que es la «cola de polvo», pero además, sueltan una estela de piedra. Por consiguiente, la trayectoria por la que pasa un cometa queda colmada de pequeñas piedras que formaron parte del mismo.
«Cuando nuestra Tierra atraviesa la trayectoria por donde pasó el cometa, se encuentra con estas piedritas que, más tarde, ingresan a la atmósfera de nuestro planeta. Ese justo momento es cuando la lluvia de estrellas es visible para los ojos de la o el espectador”.
¿De dónde provienen las Líridas?
El cometa que da origen a las piedras de las Líridas es «C/1861 G1 (Thatcher)», localizado cerca de la estrella Vega, en la constelación de la Lira (de ahí proviene su nombre), que pasó cerca del Sol en 1861: hace 161 años.
Su trayectoria -detalló el doctor Franco- es bastante larga, pues le da vueltas al Sol cada 415 años, aproximadamente.
Esto quiere decir que el cometa volverá a visitar al gran astro hasta el año 2276.
Cuando un cometa se acerca al Sol, la luz de este hace que el cometa se evapore: «Calienta la superficie del cometa y evapora parte de su material», convirtiéndolas en estas pequeñas piedras, indicó.
Las piedras también dan vuelta al Sol, de la misma manera en que lo hace la trayectoria del cometa. Posteriormente, durante el movimiento de rotación de la Tierra, las piedras penetran a nuestro planeta, atraídas por la atmósfera, por su gravedad.
«Entran a la atmósfera de la Tierra muy rápido, se calientan y se vuelven incandescentes, por la fricción. Por eso son llamadas estrellas fugaces».
Es así que el astrofísico explicó que una lluvia de estrellas no es más que un cúmulo de pequeñas piedras que entran casi simultáneamente a nuestra atmósfera.
¿Qué nos espera la noche de las Líridas?
De acuerdo con el académico de la UNAM, la velocidad con la que las piedras acceden a la Tierra es muy rápida, a 160 mil kilómetros por hora, «son rapidísimas».
Cada abril, la Tierra atravesará la zona en la que el cometa C/1861 G1 dejo su rastro (las piedras de las Líridas), este momento tiene lugar entre el 16 al 26 de abril.
La constelación más brillante de Lira, de donde presuntamente proviene este comenta, es la estrella Vega, una de las más cercanas a nuestro planeta, a 25 años luz aproximadamente, por eso luce brillante en el cielo nocturno.
Esta lluvia de estrellas es importante para la zona en donde vivimos porque ocurre en una época del año en la que aún no hay lluvias, pues las precipitaciones y los días nublados, en el verano y el otoño, impiden que alcancemos a observarlas en el cielo.
«Para México son relevantes, aunque la luz de la ciudad molesta mucho, por lo que hay que viajar a zonas alejadas de la metrópoli».
A simple vista podrán disfrutarse, el único impedimento para que brillen en toda su magnitud será la presencia de la Luna, por lo que el doctor sugirió evitar observar el evento astronómico en dirección a la Luna.
Mientras que la constelación de la Lira se ubica en el norte (hacia la estrella polar), la ubicación lunar se dirige al este. En este momento la fase lunar será del 58,2%.
Su frecuencia será de cinco a 20 meteoros por hora. El máximo de estas llegará entre el 22 al 23 de abril, cuando se avisten 20 piedras por horas.
(Con información de El Universal)