Economía con notable peso en proceso electoral en Brasil
Según el periodista Vitor Nuzzi, del portal Rede Brasil Atual, «La Cabeza del votante» fue el tema del debate promovido por la Fundación Fernando Henrique Cardoso, con la intervención de Fausto, director de la entidad.
Los asistentes a la discusión también destacaron la búsqueda de un «centro político» como factor decisivo y consideraron que la disputa ante las urnas está consolidada entre solo dos candidatos: el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
Con la alta inflación y el desempleo, la economía estará «muy presente en la preocupación de los votantes», como no se veía tal vez desde 1994, evaluó el economista Maurício Moura.
Según el presidente del Instituto Ideia e investigador de la Universidad George Washington (Estados Unidos), resulta una cuestión de responsabilidad directa del gobernante, por el lado positivo o negativo. «Es un tema que el presidente no puede externalizar».
Para el analista, Bolsonaro tiene una evaluación más baja que sus predecesores en el mismo período. Por lo tanto, parte «de un nivel inferior», aunque muestra una curva positiva, como suele ocurrir en un año electoral.
«Tiene la pluma y puede reaccionar al rechazo de forma más contundente», alertó.
De acuerdo con su examen, el exmilitar tiene una «base fuerte» en torno al 20 por ciento, mientras que Lula consolida un 30.
Moura cree que la definición será ajustada y será determinada por quienes votaron por la expresidenta Dilma Rousseff en la segunda vuelta en 2014 y por el propio Bolsonaro en 2018.
Una cuestión de entre cinco y 10 puntos porcentuales, concentrada principalmente en las áreas metropolitanas de la región del sureste, agregó.
La socióloga Esther Solano sigue viendo a los votantes del sur y del sureste, y a las llamadas clases C y D, todavía muy indecisos y vulnerables. Esto se debe a factores económicos y también a los que ella llama existenciales.
Por un lado, detalló, existe una visión negativa de este electorado hacia algunos aspectos de Bolsonaro: inhumano en la complacencia, responsable de la inestabilidad económica, agresivo y autoritario al gobernar.
«Estos son elementos viables en cierto sentido», precisó Solano, para quien el enfado disminuye en la medida en que la percepción sobre la pandemia de Covid-19 también se reduce.
Pero, reiteró, está el tema económico, del que no puede poner comida en la mesa y pagar las facturas a tiempo. Se trata del votante de 2018 que tuvo un disgusto alimentado por la retórica de la operación judicial Lava Jato y empieza a recapacitar.
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